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Ganancias: cómo es la propuesta que la CGT le llevará a Tomada

Una propuesta «integral». Así califican los popes de la CGT el documento que buscarán debatir con el gobierno a los fines de lograr aligerar el peso del Impuesto a las Ganancias que recae sobre los trabajadores, reclamo donde coinciden los diversos sectores del universo sindical y cuyo desenlace promete a esta altura adquirir una dimensión superlativa en un año electoral. Y es que, además de proponer incrementos en el mínimo no imponible a partir del cual se comienza a tributar y agregar nuevas deducciones como los gastos por alquiler, la propuesta de la central obrera que conduce el metalúrgico Antonio Caló también incorpora alternativas para compensar la merma de ingresos que implicaría los menores recursos obtenidos a partir de Ganancias.
El proyecto partió de los gremios agrupados en el Movimiento de Acción Sindical Argentino, más concretamente de la secretaría de Política Económica a cargo de Horacio Ghilini. En su elaboración tuvieron algún tipo de participación los economistas Mariano de Miguel, Sergio Carbonetto y Pablo Chena, y hasta el momento es la única propuesta firme de la central obrera.
El diagnóstico trazado por la CGT establece que durante el período transcurrido entre 2007 y 2012 los precios al consumidor crecieron un 273% cuando el mínimo no imponible –que actualmente se ubica en $ 5782 para los solteros y $ 7998 para los casados con dos hijos-– «apenas creció 174%», lo que lleva a que cada vez «sean más los trabajadores que deben pagar este impuesto».


Bajo este supuesto, el documento establece cuatro alternativas para actualizar el mínimo no imponible, las escalas y las deducciones, esto es, diversos gastos en bienes y servicios que registran los asalariados y que la legislación actual permite computar a la hora de aliviar la carga impositiva por Ganancias.
La primera alternativa establece elevar el mínimo no imponible a $ 9134 para el caso de los solteros y a $ 12.494 para aquellos asalariados casados con dos hijos, lo que implica en ambos casos incrementos superiores al 55 por ciento. Además, actualiza todas las deducciones en torno al 25% y agrega gastos en concepto de alquiler por $ 30 mil anuales. Este último punto coincide con un proyecto de ley para modificar Ganancias presentado recientemente por el diputado nacional Facundo Moyano, quien consideró que «la gran mayoría de los trabajadores, incluidos los alcanzados por el impuesto, tienen grandes dificultades de acceso al crédito, y en consecuencia deben alquilar una propiedad con destino a vivienda habitual». La segunda opción actualiza todos los valores un 25%, lleva el mínimo no imponible a $ 7228 para los solteros, a $ 9997 para los casados con dos hijos, y eleva a $ 16.200 la ganancia, cuando hoy se ubica en $ 12.960. Las restantes dos opciones tiene el mismo carácter, modificando alternativamente el tenor de las deducciones.
Además de subir el mínimo no imponible, el proyecto establece una modificación de los tramos de las escalas, es decir, los topes a partir del cual se establece el mayor o menor nivel que debe pagar el asalariado, y que, obviamente, tienen un carácter progresivo, (a mayor ingreso mayor tributación). Por ejemplo, un trabajador cuyos ingresos representan una base imponible que se ubica entre cero y $ 10 mil anuales por encima del mínimo ($ 5782), paga un 9 por ciento. El proyecto establece una primera escala que va de 0 a $ 20 mil, con el objetivo de que el tributo alcance a una menor cantidad de trabajadores.
Desde los gremios admiten que una respuesta favorable llevaría a descomprimir los reclamos salariales presentes en las futuras negociaciones paritarias, situación que no es ajena al interés del gobierno. «Cada gremio va a negociar su paritaria de forma individual como ocurre siempre, pero lo cierto es que si llegamos a una respuesta favorable sobre este tema, la mayoría de los sindicatos seguramente baje algunos puntos el pedido de suba salarial», reconoció un importante dirigente de un gremio industrial. Aunque no lo exterioricen públicamente, los principales dirigentes se mostraron  optimistas en relación a obtener algún tipo de respuesta favorable antes del comienzo del segundo trimestre, cuando comienzan a definirse la mayor parte de las paritarias.
La denominada «mesa chica» de la central obrera que integran Antonio Caló (UOM), Omar Viviani (Taxistas) Andrés Rodríguez (UPCN), Oscar Lezcano (Luz y Fuerza), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Horacio Ghilini (Sadop), Héctor Cavalieri (Comercio) y Gerardo Martínez (UOCRA) se reunirá el próximo lunes con el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, para darle continuidad al diálogo que se inició el año pasado.
Ahora bien, si una parte del documento se encarga de establecer con claridad cuál es la pretensión de la dirigencia sindical en lo que respecta al alcance de Ganancias, la otra está dedicada a sostener los ingresos tributarios que percibe el Estado Nacional, con distintas alternativas desde donde financiar las arcas públicas. Tal como anticipó Tiempo Argentino, la propuesta recomienda un impuesto a las transacciones financieras que tienen lugar tanto en la Bolsa de Comercio como en el Mercado Abierto Electrónico. El análisis establece que si a los volúmenes operados durante 2011 se hubiese incorporado un impuesto del 1% sobre las transacciones en Forex (mercado de divisas), Renta Fija, Derivados y Bolsa de Comercio, más un impuesto de 0,0001 en las operaciones REPO (compra temporal de activos financieros) hubiera implicado un aumento de $ 13.229.000 millones en la recaudación fiscal de ese período, una cifra que duplica al PBI de aquel año.
«Es uno de los temas que hay que comenzar a observar y grabar, hay que poner la carga en el sector financiero para aliviar a los salarios en primer lugar», explicó Carlos Barbeito, secretario general del Gremio de Trabajadores Molineros e integrante del consejo directivo de la CGT.
La propuesta también incluye duplicar las retenciones sobre los productos mineros, que para 2011 hubiesen significado un ingreso extra de $ 589 millones para las arcas públicas. Finalmente, se propone un revalúo para las explotaciones agropecuarias, en vistas de que actualmente «muchos campos de la provincia de Buenos Aires están valuados fiscalmente  al 30% de su valor de mercado o incluso menos». Según el documento, de ser ajustados los valores fiscales solamente en el ámbito bonaerense en tres veces se podrían obtener el triple de recursos por esta vía, «llegando a los 1500 millones para el año 2011».
Más allá de los cambios propuestos, el documento reconoce que el Impuesto a las Ganancias, «bien aplicado», es doblemente progresivo, ya que por un lado afectaría únicamente a los trabajadores de mayor ingreso, mientras por el otro –debido a que la tasa del impuesto se eleva a medida que las remuneraciones son mayores–, aquellos empleados que perciben los salarios más importantes contribuyen, en términos absolutos y proporcionales, más que los de menores salarios.   «
 

Ganancias y paritarias

 

Más allá de las implicancias políticas que encierra una reestructuración del alcance del Impuesto a las Ganancias tanto para el gobierno como para la CGT, particularmente en un año electoral y con la central obrera dividida, una modificación de la carga tributaria tendrá un efecto en los reclamos de recomposición salarial de las futuras paritarias. Según advierte el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, si el gobierno dispusiera de un incremento superior al 25% en el mínimo de Ganancias facilitaría que las negociaciones salariales puedan cerrarse en porcentajes cercanos al 20%, «al menos para una cuarta parte de sus representados». Según la consultora que conduce Nadín Argarañaz, un economista ligado a la Fundación Mediterránea, para que no se produzcan aumentos en la presión tributaria, además de ajustar los mínimos y las deducciones, el gobierno también debería ajustar en un porcentaje similar los topes de las escalas de una manera progresiva. La negociación es compleja porque la suba del mínimo no imponible implica un menor ingreso impositivo para la Nación, pero también afecta a las provincias y municipios por la coparticipación.

 

El masa se reunió por los detalles

 

Los gremios pertenecientes al Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), uno de los tres sectores que integran la CGT junto con los «gordos» e «independientes», se reunieron ayer en la sede del gremio La Fraternidad para debatir sobre la propuesta tendiente a reformar Ganancias y plantear algunas problemáticas que afectan a actividades puntuales, como es el caso de los molineros.
Desde el gremio, explicaron que hay más de 1000 puestos de trabajo en riesgo por la parálisis de algunos molinos ante la imposibilidad de exportar harina. «La molinería está pasando un momento difícil, hay establecimientos que pararon la producción, así que seguramente ese va a ser un tema que llevaremos a la reunión del próximo lunes con el ministro Tomada», explicó uno de los dirigentes que participó del encuentro.
Otro sindicalista que participó del cónclave en el edificio que pertenece a los maquinistas ferroviarios y que se extendió por algo más de tres horas desmintió a este diario que durante las conversaciones se haya decidido solicitar una entrevista a la presidenta Cristina Fernández, una vez que la jefa de Estado regrese de la gira oficial por Emiratos Árabes, Indonesia y Vietnam que comenzará en los próximos días.   «Eso es falso, en ningún momento se habló de eso», indicó Alberto Barbeito (Molineros).
El MASA está Integrado por más de medio centenar de organizaciones, muchas de ellas pertenecientes al transporte que anteriormente acompañaban a Hugo Moyano (UTA, UF, Peones de Taxi), y también gremios que conformaron el núcleo del Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) junto con el camionero, a comienzos de los noventa. Omar Viviani, de los taxistas, es uno de sus principales referentes.

por: ignacio chausis

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