Tras más de cuatro meses de paralización, la actividad pesquera en Chubut vuelve a ponerse en marcha gracias a un acuerdo impulsado por el SUPA, liderado por Alexis “Gallo” Gutiérrez. El entendimiento entre las partes busca garantizar la paz social, proteger los puestos de trabajo y reactivar la economía regional.
Luego de semanas de paralización que pusieron en jaque a toda la cadena productiva pesquera en la provincia de Chubut, finalmente se alcanzó un acuerdo que permite reactivar la actividad. El entendimiento fue posible gracias a la intervención del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA CHUBUT), encabezado por su secretario general Alexis “Gallo” Gutiérrez, quien fue clave en la negociación.
El conflicto, que se arrastraba desde marzo y enfrentaba a empresarios del sector con los trabajadores, mantenía en vilo a cientos de familias cuya economía depende directamente de la pesca. La reanudación de las tareas representa no solo un alivio para los empleados y operarios, sino también un paso fundamental para la recuperación de la economía regional, fuertemente ligada a esta industria.

Desde el SUPA destacaron que fue el diálogo sostenido y la voluntad de alcanzar consensos lo que permitió destrabar la situación. “La responsabilidad sindical fue clave para que el sector recupere su ritmo”, afirmaron desde el gremio, al tiempo que subrayaron la importancia de priorizar la paz social y el desarrollo productivo en un contexto nacional adverso para la actividad.
El acuerdo no sólo garantiza la reanudación inmediata de las operaciones, sino que también permite recuperar parte del tiempo perdido de la temporada, ofreciendo una oportunidad concreta para mitigar el impacto económico que el conflicto generó.
“La prioridad siempre fue defender los derechos de los trabajadores, pero también cuidar la continuidad laboral y productiva de toda la región”, remarcaron desde el sindicato. La resolución del conflicto demuestra, según indicaron, que la construcción colectiva de acuerdos es posible cuando se piensa en el conjunto del sector y no solo en los intereses particulares.
Con esta normalización, la actividad portuaria y pesquera retoma su curso habitual, trayendo consigo estabilidad y perspectivas más alentadoras para el corto plazo.