En venta: El Gobierno avanza con la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina, la empresa de centrales nucleares Atucha I, II y Embalse

El Ejecutivo confirmó la venta del 44% de Nucleoeléctrica Argentina mediante una licitación nacional e internacional. El Estado retendrá el 51% y promete que la incorporación de capital privado permitirá financiar proyectos estratégicos como la extensión de vida de Atucha I y el desarrollo de un reactor modular. La empresa hoy en día genera superávit y soberanía energética.

 

 

Tras la presentación del Presupuesto 2026, el Gobierno confirmó este martes que privatizará parcialmente Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa pública que opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La decisión se formalizará mediante un decreto y forma parte de la lista de compañías estatales sujetas a privatización establecida en la Ley Bases de 2024.

Según anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni, el proceso consistirá en la venta del 44% de las acciones en bloque a través de una licitación pública nacional e internacional. Además, se implementará un programa de propiedad participada del 5% para los trabajadores, mientras que el Estado nacional conservará el 51% del capital accionario. Actualmente, la composición accionaria está distribuida entre el Ministerio de Economía (79%), la Comisión Nacional de Energía Atómica (20%) y Energía Argentina (ENARSA).

Una empresa con superávit

Nucleoeléctrica es una de las pocas firmas estatales con saldo positivo. Durante el primer semestre de 2025 registró un resultado operativo superior a $103.267 millones, y en el primer trimestre había reportado un superávit financiero de $17.234 millones. En términos de producción, las tres centrales bajo su órbita suman una potencia instalada de 1.763 MW, lo que representa alrededor del 7% de la energía eléctrica consumida en el país.

El Ministerio de Economía proyecta para este año un resultado económico favorable de $23.389 millones, acompañado de una inversión de $239.000 millones en proyectos estratégicos, entre los que se destacan la extensión de vida de Atucha I, prevista para 2027, y la construcción del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados II (ASECG II).

Desde la Casa Rosada justificaron la privatización como parte de la política de “promover la inversión privada en el sector nuclear”. Según detallaron, el objetivo es financiar la construcción del primer reactor modular argentino, extender la vida útil de las centrales existentes e impulsar la minería de uranio.

En esa línea, Adorni subrayó: “Cabe recordar que todas las empresas públicas están sometidas a un proceso de irremediable privatización”. El Gobierno destacó además que, a diferencia de 2023 —cuando NASA recibió transferencias estatales por unos u$s2 millones—, en 2024 no se realizaron aportes de capital, lo que marcaría un cambio hacia un modelo de mayor participación privada.

De acuerdo con estimaciones realizadas en 2024, la empresa podría alcanzar una valuación total de entre u$s560 millones y u$s1.000 millones.

 

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