La CGT conducida por Antonio Caló les pidió a los prefectos y gendarmes «no desnaturalizar un justo reclamo salarial» y calificó la protesta como un «desafío a las autoridades constitucionales en un estado democrático».
En una solicitada publicada en algunos diarios matutinos, la CGT indicó que la seguridad no puede condicionarse a ningún petitorio, «sin transformarse en una extorsión».
En ese marco, consideró que la «acción reivindicativa» podría poner en riesgo «los valores fundamentales de la democracia».
La central obrera reclamó a los prefectos y gendarmes volver a sus puestos y «peticionar por los canales democráticos sin condiciones ni amenazas». «No puede desnaturalizarse de un justo reclamo salarial, para transformarse en un desafío abierto a las autoridades constitucionales en un estado democrático», afirmaron.