“Benitez lo llamó a (Ricardo) Guardo y le dijo: ‘Andate a Avellaneda así los sacamos a estos zurdos'”, relató Severo en el estrado cuando le tocó declarar, luego de haber sido secuestrado y golpeado hace dos semanas, cuando había sido convocado por el Tribunal para prestar testimonio.
La declaración de Severo, el segundo de la jornada, describe con detalle como fueron los momentos previos al ataque de la patota contra la manifestación de los tercerizados que terminó con el asesinato de Mariano Ferreyra.
El testigo aseguró que hubo una reunión el día previo en el Museo Ferroviario de Avellaneda para preparar el amedrentamiento a los trabajadores que se encontraban fuera de convenio. Severo explicó que cuando “se juntaban ahí (en el Museo Ferroviario), era para generar algo: manifestación, ir a un acto político… Desde ahí se generaba todo”. El ex gerente indicó que ahí se encontraba personal de “Ferrobaires y la Unión Ferroviaria”.
“El movimiento que hubo ahí el 20 de octubre fue impresionante. Después me enteré de lo que pasó”, explicó el testigo en referencia al ataque ocurrido en forma posterior.
Asimismo, el ex gerente ratificó que había un depósito de la Unión Ferroviaria en Constitución donde “se guardaban armas”.
Severo llegó esta mañana a los tribunales federales de Retiro para declarar como testigo en la causa por el crimen del joven militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra.
Se trata del hombre que denunció haber sido secuestrado durante 24 horas el día que debía presentarse por primera vez en el proceso que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 21.
Severo arribó a Comodoro Py 2002 custodiado por gendarmes y protegido por un chaleco antibalas.
Severo es un ex gerente de la empresa Ferrobaires y fue secuestrado un día antes que se presentara a declarar en el juicio en el que se esperaba que revele negociados de Pedraza y cómo y dónde personal de la UF guardaban armas en la estación de trenes de Constitución.
Además, un día después del crimen de Ferreyra, el 20 de octubre de 2010, su casa fue baleada. Severo fue secuestrado la noche del 3 de octubre pasado cuando salió de su casa, en la localidad de Gerli, para ir a visitar a su nieto cuando fue interceptado por un auto y fue secuestrado por un grupo de personas.
Casi un día después fue liberado en un galpón ferroviario y denunció que sus lo amenazaron con su declaración en el juicio.
Ferreyra fue asesinado de un tiro en el estómago cuando en Barracas partidos de izquierda apoyaron el reclamo por despidos de empleados ferroviarios y fueron atacados por una patota de la UF.
Pedraza y su segundo en el gremio, Juan Carlos “Gallego” Fernández, están acusados de instigar el hecho, mientras que a otros ocho ferroviarios los acusan de integrar la patota atacante.
En tanto, siete oficiales de la Policía Federal están siendo juzgados por liberar la zona en la que mataron a Ferreyra.