Militantes de distintas agrupaciones kirchneristas, funcionarios y dirigentes colmaron ayer la Plaza de Mayo y festejaron el Día de la Lealtad en un clima alegre y signado por un mensaje de apoyo para la presidenta Cristina Fernández, quien cumple con un estricto reposo médico tras la operación. Sin escenario ni oradores, y a diez días de las elecciones legislativas, la convocatoria fusionó la clásica liturgia y el color de las grandes movilizaciones peronistas con la espontaneidad de los autoconvocados.

El comentario, en alusión a la tarde primaveral, se repetía en las columnas que formaban las 60 mil personas que se congregaron ayer en la Plaza: «Es un día peronista.» Después de las 17, comenzaron a entrar, por Diagonal Norte y Diagonal Sur, las agrupaciones con sus banderas: La Cámpora, Kolina, Unidos y Organizados, Miles, Juventud Peronista y el Movimiento Evita, entre otros.
Ante la ausencia de la Presidenta, la concentración fue convocada por las redes sociales y las organizaciones contrarreloj, pero se evitó toda pátina oficial. «Vamos por vos, por Cristina, por todos y todas», «Todos a la plaza por Cristina y por Argentina» y «Las patas en la fuente, los votos en las urnas» fueron algunos de los lemas convocantes. La puesta en escena esta vez fue mínima: un sistema de sonido potente y una pantalla para proyectar videos a la altura de la Pirámide de Mayo. La ausencia de escenario y de oradores hizo que la convocatoria ganara en espontaneidad: la militancia kirchnerista se desplegó por las calles céntricas en toda su pluralidad y los funcionarios recorrieron la Plaza.