La Asignación Universal por Hijo (AUH) se consiguió en cinco años que los niños pertenecientes a los sectores más vulnerables incorporen un año más de escolaridad y que la maternidad adolescente disminuya en un 10 por ciento entre sus beneficiarias, según los resultados preliminares de un estudio dirigido por el experto Bernardo Kliksberg y presentado hoy en la Universidad de Tres de Febrero.
“La AUH es una política trascendental para que haya un poquito más de justicia social en la Argentina. Por el país, durante muchos años, pasó una topadora, y eso dejó heridas muy profundas que llevará años subsanar, pero la AUH viene a dar con la tecla para llegar con el Estado a aquellos que por distintas razones no están incluidos en la seguridad social”, aseguró el director Ejecutivo de la ANSES, Diego Bossio, al presentar los resultados de la Evaluación de Impacto De la Asignación Universal por Hijo.
El funcionario destacó que “no es la solución definitiva: quisiéramos que los trabajadores sean formales, tengan asignaciones familiares y obra social, pero mientras tanto sabemos que es algo necesario e imprescindible para proteger fundamentalmente a los chicos y fortalecer a las mamás”.
Por su parte, Kliksberg aseguró que, gracias a la AUH, “el país va a tener una generación de chicos jóvenes humildes, con más educación, con madres empoderadas, con muchos mejores indicadores de salud, con menos embarazo adolescente y que además saben que eso es un derecho: esto lo llamo crecimiento de capital social de la Argentina”, dijo.
El estudio presentado hoy en la universidad de Tres de Febrero fue realizado por un equipo de investigadores de esta casa de altos estudios y de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) a pedido de la ANSES, para lo cual se entrevistaron casi 4.000 personas de todo el país.
Según el informe, el 80,9 por ciento de los niños y niñas de 4 años que reciben este beneficio ya asisten al sistema educativo, mientras que el porcentaje de asistencia para niños de esa edad en el total urbano es de 74,8 por ciento y de 68,7 por ciento entre los niños de sectores vulnerables que no reciben AUH.
“Los chicos que reciben la AUH ganaron un año más de escolaridad que no tendrían de otra forma. Además, bajó la deserción, la repitencia, el abandono escolar y se modificó toda la relación de la familia pobre con la escuela, porque las familias se sienten muy contentas de cumplir con las condiciones que les el programa”, afirmó Kliksberg.
La escolaridad iniciada de manera temprana “contribuye a igualar oportunidades y superar los obstáculos iniciales que la pobreza impone a los niños y niñas, además de permitir a las madres liberar tiempo para dedicarse a otras actividades, tanto laborales como formativas”, dice el informe.
En esta línea, la ley recientemente sancionada de extensión de la obligatoriedad para la sala de 4 del nivel inicial “brindará un fuerte respaldo legal para que esta conducta se generalice hasta alcanzar cobertura plena”, dice el informe.
En tanto, en el nivel medio, la AUH contribuyó en incrementar en 8 por ciento los niveles de asistencia, logrando que la tasa supere el 90 por ciento y alcanzando valores que superan a la media nacional.
Respecto a la maternidad adolescente, el 42 por ciento de las menores de 20 años que reciben la AUH fueron madres en el período 2010-2014, mientras que, dentro del mismo grupo social y etario, el 53,5 por ciento lo habían sido entre 2005 y 2009.
“El embarazo adolescente tiene una altísima correlación con el nivel educativo: las madres adolescentes son en general jóvenes pobres que no terminaron la primaria o la secundaria y se genera una situación de pobreza estructural muy fuerte. El programa bajó las tasas, lo que quiere decir que, junto con la educación, un programa de este tipo que empodera a la mujer”, afirmó Kliksberg.
Además, el informe revela un impacto positivo también en el cuidado de la salud de quienes reciben la AUH: el 99,9 por ciento de las madres de menores de 2 años se realizaron controles durante el embarazo y el 98, 7 por ciento de los niños, niñas y adolescentes tienen completo su calendario de vacunación.
La Asignación Universal por Hijo fue instituida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 29 de octubre de 2009.
Actualmente, el beneficio alcanza a 3.524.924 niños, niñas y adolescentes, cuyos padres deben acreditar el cumplimiento de los controles sanitarios, el plan de vacunación obligatorio, la inscripción al Plan Nacer/Sumar para cada uno de los menores de hasta 6 años, y la concurrencia al colegio en el caso de chicos de 5 a 18 años-, para tener derecho a percibir el 20 por ciento acumulado del año anterior.