Las centrales sindicales CTA-T y CTA-A denunciaron que el nuevo salario mínimo fijado por el Gobierno nacional no cubre ni lo básico para evitar la pobreza, y advirtieron sobre el deterioro acelerado del poder adquisitivo de millones de trabajadores.
Las dos centrales sindicales, la CTA de los Trabajadores y Trabajadoras y la CTA Autónoma, expresaron este viernes su profundo rechazo al nuevo Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) establecido por el Gobierno nacional tras el fracaso en la última reunión del Consejo del Salario.
El Ejecutivo, encabezado por el presidente Javier Milei, fijó el salario mínimo de forma unilateral, estableciendo una escala que parte de $308.200 en mayo y alcanza los $322.000 en agosto, con aumentos mensuales que oscilan entre el 1,4% y el 1,9%. Las centrales sindicales denuncian que estos incrementos son ampliamente insuficientes frente a una inflación acumulada que ya supera el 12% en lo que va del año.

«Desde diciembre, el salario mínimo ha perdido más de un tercio de su poder adquisitivo», señalaron los secretarios generales Hugo Yasky (CTA-T) y Hugo Godoy (CTA-A), quienes advierten que el monto actual del SMVM no alcanza ni para cubrir la mitad de una canasta de indigencia ni un cuarto de la canasta básica total. «Estamos ante un salario que ni siquiera garantiza el mínimo indispensable para que una familia no sea considerada pobre», denuncian.
Las organizaciones sindicales también apuntaron al desmantelamiento de una política pública que consideran esencial para combatir la desigualdad salarial y proteger a los trabajadores no registrados, así como a los beneficiarios de programas sociales cuyos ingresos están atados al salario mínimo.
“La suba de 12.000 pesos es tan irrisoria que equivale al precio de una pizza”, afirmaron desde las CTA, reiterando su compromiso de continuar la lucha por un salario digno que permita cubrir el coste real de vida.
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