El Gobierno aceptó la renuncia de Gabriel Oriolo que salió de cuadro en medio de denuncias sobre el direccionamiento de fondos y negocios para beneficiar a una prepaga de la que proviene el funcionario que toma las riendas de la Superintendencia de Servicios de Salud: Claudio Stivelman. El escándalo podría alcanzar hasta al propio ministro Mario Lugones.
El Poder Ejecutivo Nacional oficializó hoy, mediante el Decreto 440/2025, una reestructuración en los cargos directivos de la Superintendencia de Servicios de Salud, organismo clave en la supervisión del sistema sanitario nacional.
Según la norma publicada en el Boletín Oficial, se aceptó la renuncia del principal funcionario del organismo: el licenciado Gabriel Gonzalo Oriolo, quien era el encargado de controlar obras sociales y prepagas y renunció en medio de denuncias sobre el direccionamiento de fondos y negocios.
La investigación obra sobre maniobras para beneficiar a Modum Salud, una prepaga de la que proviene Claudio Stivelman, hombre de Lugones y hasta hoy, gerente general de la Super. Lo llamativo de esta situación es que será Stivelman quién sucederá a Oriolo, garantizando una suerte de continuidad en la Superintendencia.

El saliente Oriolo adujo motivos personales para su salida pero lo cierto es que el ex directivo de OSDE era el encargado de controlar un sistema en el que, en el último mes, escalaron los conflictos: solamente en junio el gobierno declaró en estado de crisis a nueve instituciones. Ese es el paso previo a liquidarlas, como publicó Infogremiales en exclusiva.
La situación, que en los últimos días fue hasta foco de protestas públicas de la CGT que venía manteniendo un prolongado silencio sobre el tema, amenaza con salpicar hasta al propio ministro de Saludo Mario Lugones.
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