Falleció otro trabajador en el Frigorífico Rioplatense: Denuncian condiciones inseguras y negligencia empresarial

El operario Alan Paz falleció el domingo tras ser aplastado por una pared durante tareas de demolición en el sector de Secado de Sangre del Frigorífico Rioplatense, ubicado en Pacheco, provincia de Buenos Aires. La Comisión Interna responsabiliza a la empresa por violaciones reiteradas a las normas de seguridad e higiene.

 

El domingo 25 de mayo, Alan Paz, trabajador del sector de Mantenimiento de Obra del Frigorífico Rioplatense, murió trágicamente al ser aplastado por una pared mientras realizaba tareas de demolición en el área de Secado de Sangre. La Comisión Interna del frigorífico denunció que la tarea se desarrollaba bajo condiciones inseguras, sin medidas de protección adecuadas y en abierta violación a las normas de Seguridad e Higiene.

El hecho ocurrió mientras otros trabajadores estaban presentes en el lugar, que describieron como una zona oscura, desordenada y con escombros por todas partes. “Sus compañeros no pudieron siquiera remover los escombros que lo habían sepultado por completo”, señalaron desde la Comisión Interna, que exigió una inspección urgente de la Secretaría de Trabajo y sostuvo: “No podemos naturalizar esta situación, es necesario que todas y todos pongamos freno a esta inseguridad”.

Este nuevo fallecimiento se produce apenas siete meses después de otro grave incidente en la planta que también había involucrado a Paz. En octubre del 2024, una plataforma elevadora tipo tijera volcó mientras operarios trabajaban en la refacción de cámaras frigoríficas. En aquella ocasión, los trabajadores Jeremías Rey y el propio Alan Paz —quien llevaba pocas semanas en el establecimiento— resultaron heridos.

En ese momento, la Comisión Interna ya había advertido sobre el riesgo inminente de una tragedia debido a las deficientes condiciones de seguridad.

La muerte de Alan Paz también revive el recuerdo del caso del “Sapito” Escobar, otro trabajador que perdió la vida en la misma planta poco más de tres años atrás, también en circunstancias laborales riesgosas. “La empresa sigue desoyendo nuestras advertencias. Las denuncias por accidentes se han triplicado en los últimos años. Esto no es un accidente, es un asesinato laboral”, sentenció la Comisión Interna.

Los trabajadores reclaman justicia y medidas concretas para garantizar condiciones laborales seguras. En el lugar ya se hicieron presentes peritos policiales y se esperan definiciones por parte de las autoridades laborales para avanzar con las investigaciones.

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