El fallo obliga a una chacra de Chimpay a pagar sueldos adeudados, indemnización y multas por recibos en blanco y falta de aportes. Fueron 29 años de trabajo como tractorista.
Un trabajador rural que se desempeñó durante 29 años como tractorista en una chacra de Chimpay deberá ser indemnizado por la empresa Italagro S.A., tras comprobarse irregularidades en la forma de pago y el incumplimiento de obligaciones laborales básicas. Así lo resolvió la Cámara Laboral de Roca, que también ordenó la entrega de los certificados laborales correctamente firmados.
El trabajador cobraba su salario en cuotas, con recibos en blanco firmados en la oficina del establecimiento. Esta modalidad se mantuvo durante todo el vínculo, incluyendo los meses de mayor carga laboral, como la época de poda. El hombre aceptó estas condiciones para no perder el acceso a la obra social.
El conflicto se formalizó cuando el trabajador presentó un reclamo ante la Delegación de Trabajo por deudas salariales y la falta de aportes previsionales. A pesar de haberse alcanzado un acuerdo, la empresa no lo cumplió.
Ante esa situación, el hombre -representado por el estudio jurídico SPS de Mariano Sacchetti, Gaspar Poggioli Kloster y Martina Sabbatella- se consideró despedido, mientras que la empresa sostuvo que había abandonado el trabajo.
Durante el proceso judicial se incorporaron pruebas documentales, testimonios y peritajes. Dos excompañeros confirmaron que la modalidad de pago en cuotas era habitual y que los recibos entregados no reflejaban el total percibido. El tribunal también valoró el contexto de vulnerabilidad del trabajador.
La sentencia ordena a Italagro S.A. el pago de los conceptos correspondientes a antigüedad, preaviso, sueldo anual complementario, vacaciones no gozadas y la integración por mes de despido. Además, se impuso una multa por la falta de entrega de las certificaciones laborales, tal como establece la normativa vigente.
