El gremio de Sanidad salió a presionar luego de meses de demora en la discusión salarial. «El sistema de salud no se sostiene con salarios bajos», cuestionó el gremio de Héctor Daer. Además acusó a los empresarios de empujar a la pobreza a los 350 mil empleados de la actividad.
En medio de las tensiones del sistema de salud argentino, los trabajadores salieron a presionar por lo que calificaron como la «irresponsabilidad y la insensibilidad de los Empresarios del Sector de la Sanidad». Esta postura, según el gremio que comanda el triunviro cegetista Héctor Daer, provocó un conflicto sindical que amenaza con profundizar el deterioro del sector.
El gremio representa a más de 350.000 trabajadores de todo el país sin actualización salarial. De hecho el Consejo Directivo Nacional de FATSA expresó su indignación y señaló que la «Mesa de negociaciones y reuniones que se encaminaban a un acuerdo y el día 29 de mayo cambiaron irresponsablemente de posición y nos niegan el aumento salarial».
La Federación subraya que, en un contexto de «alta inflación o con baja inflación, con importaciones abiertas o con importaciones cerradas, con dólar alto o con dólar bajo, con alta presión impositiva o con baja presión impositiva», el salario de los trabajadores de la Sanidad es «la única variable económica que se degrada permanentemente».
Para el gremio, que atraviesa un proceso electoral, «no hay ningún modelo económico virtuoso, con empresarios que sólo sostienen la rentabilidad de las empresas de salud con bajos salarios».
La situación se agrava por la percepción de que «los empresarios de la salud se esconden en supuestas instrucciones del gobierno para bajar nuestros salarios», lo que añade una capa de complejidad y desconfianza a las negociaciones.
Ante este panorama, la Federación exigió «un aumento inmediato de Salarios para todos los trabajadores del Sector Asistencial». Y advirtió: «El Sistema de Salud no funciona con trabajadores mal pagos».
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