El sector liderado por el titular de la CGT confirmó esta tarde que el congreso para elegir nuevas autoridades tendrá lugar el próximo jueves como estaba previsto. “Habrá una sola CGT», sostuvo Moyano, al dejar el edificio de la central obrera.
«Todo se mantiene en el cauce normal. Nadie ni nada va a modificar lo que hemos decidido. A veces puede haber legalidad y no legitimidad, nosotros queremos tener las dos cosas y hoy los trabajadores nos dieron legitimidad», explicó.
«Hay dirigentes como Lescano o Barrionuevo que hace varios años que no vienen a la CGT. Cuando no hay seriedad, ni respaldo jurídico cómo se puede hablar en serio», advirtió sobre la intención de la oposición de celebrar elecciones paralelas.
«A mí no me interesa que se sientan cómodos conmigo, porque yo estoy al lado de los trabajadores», sentenció Moyano.
«Los trabajadores no están como deberían estar en nuestro país porque hay dirigentes que prefieren estar a favor de los empresarios de turno», explicó.
«A mí me interesa que los dirigentes estén al lado de los trabajadores. Hay quienes dicen que Moyano es muy personalista, a mi no me interesa que se sientan cómodos conmigo, porque yo estoy al lado de los trabajadores y ellos, no», agregó.
En tanto, el titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, ratificó que «no se suspende el congreso» del jueves de esta semana que convocó el moyanismo para elegir a las nuevas autoridades de la CGT, pese a la decisión del Ministerio de Trabajo que no avaló ese llamado.
Plaini señaló en la sede central de la Confederación General del Trabajo que el jueves se hará el congreso moyanista y que la reunión de los opositores de esta mañana «fue irregular» porque el único que puede convocar a ese tipo de encuentros «es el secretario de la central sindical».
El dirigente insistió en adelantar que la disputa con el sector del antimoyanismo por la conducción de la CGT se resolverá en la Justicia y consideró que esa pelea responde a una «situación política» que se originó a fines del año pasado cuando el gobierno «eligió la estrategia del no diálogo».
