A las 14.45 de mañana se cumplirán 20 años de la brutal explosión que destruyó la Embajada de Israel en la Argentina, un ataque terrorista que marcó a fuego la historia reciente del país y que vuelve a ser condenado hoy, a esa misma hora, en el mismo lugar (Suipacha y Arroyo, donde funcionó la sede diplomática hasta el atentado).
El vicepresidente, Amado Boudou, cerró la lista de oradores con un mensaje en el que alentó a comprometerse por la memoria y la justicia. “Es momento de memoria, pero creo que también es momento de poder mirarnos a los ojos, tomarnos de la mano y saber que podemos seguir trabjando juntos por la verdad y por la justicia. Saber que podemos reconocernos iguales en nuestras diferencias, saber que compartimos que la violencia no puede ni debe ser forma de resovler ninguna diferencia, ningún conflicto”, dijo Boudou, que se encuentra a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, debido al viaje de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a Chile.
“Nuestra Presidenta lleva a cada foro internacional la lucha, la palabra, la acción contra el terrorismo internacional y su financiamiento. Podemos compartir los que pensamos igual y los que pensamos distinto estos conceptos. Fue un atentado contra los 40 millones de argentinos”, sostuvo Boudou.
Antes, el embajador israelí en la Argentina, Daniel Gazit, había leído una carta del presidente de su país, Shimon Peres. “No existe consuelo y no hay alivio al dolor que ocasiona en el cuerpo una herida eternamente abierta. En ese horroroso silencio recordamos y nos afligimos todos juntos. Nuestros hermanos y hermanas no fueron alcanzados por un rayo, no fue un acto divino, sino la propia locura del hombre, que representa a la ideología del odio y la destrucción, en contraste con la del mundo libre”, leyó Gazit.
Al tomar la palabra, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, sostuvo: “hoy, como lo hacemos desde hace 20 años, conmemoramos con mucho dolor el atentado contra la Embajada de Israel”.
“Querría poder sentir aquí la misma emoción que me embarga cuando recuerdo el juzgamiento a los autores del terrorismo de Estado. Pero acá no podemos hablar de justicia. Los responsables todavía no han sido hallados, ni encarcelados. Por eso, es que todos nosotros tenemos la obligación de mantenernos unidos para acompañar a los familiares y a las vístimas en esta lucha por la búsqueda de justicia”, afirmó Alak, y recordó que el gobierno ha reclamado justicia ante Naciones Unidas por este ataque.
“Argentina está comprometida con la lucha contra el terrorismo mundial y repudia cualquier acto de antisemitismo”, concluyó.
A la ceremonia conmemorativa asistieron, además de Alak y Boudou, la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés de Alperovich; autoridades israelíes, tales como el vicecanciller, Danny Carmon, que era cónsul en la Argentina cuando se perpetró el atentado; el ministro de Defensa de Israel, Yossi Peled; el embajador en la Argentina, Daniel Gazit, e Itzhak Shefi, que era el embajador israelí en el momento del ataque. La vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, se encargó de depositar una ofrenda floral en honor de las víctimas.
En el inicio del acto, tras el sonido de la sirena y de las campanas que recuerdan la hora de la explosión, y los depósitos de las ofrendas florales, abrió la lista de oradores Danny Carmon, que se desempeñaba como cónsul en el momento del ataque, como consecuencia del cual falleció su mujer, Eliora.
El diplomático pronunció un emotivo discurso, en el que dio cuenta del dolor de su familia. “Tenemos derecho a la Justicia, tenemos derecho a recordar, tenemos derecho a exigir respuestas y reparación, aun hacia aquello que es irreparable”, enfatizó Carmon.
“No pueden imaginarse lo que significa enfrentar lo cotidiano, desde la simpleza de un detalle escolar a la planificación de un cumpleaños, sin la madre”, se lamentó, aunque con voz firme, tras lo cual apuntó a Irán como el responsable directo del atentado, a través de uno de sus brazos armados, Hezbolá.
“Los dirigentes de Irán niegan el Holocausto. Irán está apoyando al gobierno Sirio. ¿Cántos despertadores deberán escuchar los gobiernos del mundo para entender el peligro que representa ese régimen? Irán es una amenaza para el mundo entero y necesita una respuesta global inmediata”, planteó.
A su vez, Carlos Susevich, que perdió a su hija durante el ataque, agradeció a los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, a los cuales señaló como los únicos que escucharon a los familiares de las víctimas y actuaron en consecuencia. “En este atentado murieron judíos, cristianos, ateos, argentinos, paraguayos, bolivianos e israelíes. El ataque truncó la vida de 29 personas. Y no sólo tuvimos que soportar la muerte, sino la humillación y la indiferencia de quienes debían investigar y no lo hicieron, de quienes prometieron ayudar y no lo hicieron, y la cruel frivolidad de quienes solo estuvieron interesados en su imagen en los medios. Seguimos reclamando verdad y justicia. Tras 20 años, aún no sabemos quiénes fueron y por qué lo hicieron”, dijo Susevich.
Ayer, la Presidenta decretó la reglamentación de la ley 26.690 que establece un resarcimiento económico a damnificados por este atentado, tanto víctimas fatales como heridos.
Hezbolá se adjudicó el ataque a la Embajada de Israel y dos años después fue acusada de haber perpetrado el más cruento atentado terrorista de la historia argentina, a la AMIA, tras el cual murieron 85 personas.
