El gobierno nacional apeló al tan mentado respeto a las instituciones para dar respuesta a la inquietud que, el jueves pasado, había hecho pública la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a raíz de una presunta investigación de la AFIP al presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, sus tres hijos (Pablo, Franco y Lucía) y al director general de Administración de la CSJ, Héctor Marchi, mano derecha que el rafaelino sumó a su gestión para el manejo presupuestario del Poder Judicial. Ayer, el titular del ente recaudador, Ricardo Echegaray, consideró “un abordaje impropio” que la Corte, “de manera institucional”, solicite “una audiencia para tratar cuestiones estrictamente particulares de contribuyentes y sus familiares”.
Es impropio de la Corte si lo que se busca es mantener un encuentro por cuestiones individuales
De todos modos, el funcionario informó que la AFIP está verificando la situación impositiva de Marchi y de la empresa Ratio, cuyos propietarios serían los hijos de Lorenzetti. Aunque descartó de plano que dicha tarea forme parte de un “hostigamiento” del Poder Ejecutivo a los jueces supremos, tal como hizo transcender -el martes pasado, dos días antes de la publicación de su comunicado- la CSJ a través de las corporaciones periodísticas Clarín y La Nación. En las últimas horas, transcendió también que Lorenzetti habría omitido, hasta fines de 2009, ingresos derivados de rentas de un depósito en el banco suizo Credit Suisse, que luego habría regularizado en el marco de la moratoria abierta por la Ley 26.476.
