Andrés Rodríguez y el asesor general Santiago Caputo formaron parte de la reunión entre dirigentes de la CGT y funcionarios del Gobierno. El secretario Adjunto de la central aseguró que el sobrino del ministro de Economía no ha mostrado actitudes antisindicales, al menos «hasta el momento» y lo clarificó con un ejemplo reciente, al asegurar que Caputo fue quien frenó el tratamiento del proyecto de Martín Tetaz en el Congreso.
El secretario general adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, brindó detalles sobre la reunión que algunos dirigentes de la central sindical mantuvieron con funcionarios del Gobierno. En una entrevista con la AM 530, Rodríguez calificó el encuentro con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como «cordial», destacando que fue una invitación del propio Gobierno. En la reunión también participaron Santiago Caputo, en calidad de asesor general, y Julio Cordero, secretario de Trabajo.
Rodríguez mencionó que la CGT planteó diversas preocupaciones sectoriales, como la situación salarial en el sector universitario, que afecta tanto a docentes como a no docentes, y el conflicto en el sector del transporte, con la UTA, que lleva tiempo negociando sin resultados concretos. También se habló sobre los problemas salariales de los trabajadores aeronáuticos de Aerolíneas Argentinas y sobre la oposición de la central a la privatización de la aerolínea de bandera.
El funcionario aseguró que el Gobierno prometió buscar soluciones concretas para estos conflictos: «Lo que criticamos es que no haya una propuesta para debatir, aunque no estemos de acuerdo, al menos debería haber algo para discutir».
Otro de los temas tratados fue la necesidad de reglamentar el artículo sobre bloqueos sindicales de la Ley Bases. Según Rodríguez, la falta de reglamentación puede llevar a «judicialización bastante peligrosa» de los conflictos sindicales. El Gobierno se comprometió a conformar una comisión técnica para redactar un borrador y avanzar en su reglamentación.
Rodríguez destacó la buena disposición de Santiago Caputo, a quien consideró una «persona de palabra. Cuando se logra coincidir en algo, lo cumple». Lo curioso fue el ejemplo que dio para demostrar su punto al afirmar que Caputo fue el responsable del boicot «no está de acuerdo en modificar la ley de organizaciones sindicales y ordenó a los diputados de LLA que no participen de la Comisión del Trabajo para modificar estas leyes con este proyecto». Asimismo aseguró que el asesor, «hasta el momento», no ha mostrado actitudes antisindicales.
En cuanto a las duras críticas de Mario «Paco» Manrique a parte de la cúpula de la CGT y a la audiencia de ayer, la que calificó como poco transparente, Rodríguez se desentendió. El dirigente de estatales afirmó, en cambio, que no entendía el cuestionamiento porque «fue una reunión pública» y que los temas tratados fueron divulgados por los propios dirigentes y el Gobierno.
Rodríguez también, subrayó la importancia de mantener la unidad dentro de la CGT, a pesar de los matices internos, y defendió el diálogo con el Gobierno como «algo lógico» en una democracia. El problema es que lo que Manrique cuestiona es la falta de comunicación de la llamada «mesa chica» precisamente con los dirigentes que conforman el Consejo Directivo, entre los que él se encuentra como secretario Gremial.
INFOGREMIALES