Baterías de litio: “Del salar a la batería, todo hecho en Argentina”

Por Ignacio Jawtuschenko I En octubre estará la primera batería de litio argentina, como resultado del trabajo de un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de la Plata, el Conicet, la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica y la empresa Sol.ar. ¿Se viene el petróleo blanco?

“Para octubre de este año produciremos baterías homologadas para notebooks. En cuatro años más produciremos baterías para autos” anuncia el físico Daniel Barraco, investigador de la UNC y el Conicet y coordinador del proyecto. “Nuestro objetivo es claro, del salar a la batería todo hecho en Argentina”, agrega.

Barraco indicó que: “Seremos el primer país latinoamericano en desarrollar baterías de litio. Es un gran proyecto no solo de sustitución de importaciones sino también de exportaciones, podría significar en el siglo XXI para las provincias del Noroeste argentino, lo que significó el agro para las provincias pampeanas en el siglo XIX.” Según el proyecto, las baterías se producirán en las provincias de donde se extrae el litio, y las tareas de investigación científica se continuarán haciendo en donde están actualmente los investigadores calificados.

Los planes indican que la fábrica nacional de baterías de litio estará en plena producción en octubre. Y para el 2013 se tendrá una planta nacional, con tecnología propia, para concentrar el carbonato de litio obtenido en los salares de la Puna a una pureza del 99% que es la requerida para las baterías. Para ello hay otro proyecto intermedio: construir una planta piloto de purificación.

“Nuestro objetivo es aprovechar en el país el potencial de toda la cadena productiva de litio. La tonelada de salmuera cuesta 300 dólares; la tonelada de carbonato de litio concentrado, 6.000 dólares. Un batería de auto lleva alrededor de 10 kilos y cuesta entre 10 a 20 mil dólares. “En 2020 habrá 200 millones de autos con baterías.”, dice Barraco.

Argentina ante un recurso estratégico

Argentina ocupa el tercer puesto en reservas mundiales de litio, luego de Bolivia y Chile. Este metal, que está desatando una fiebre internacional como clave en la producción de baterías para artefactos electrónicos, autos eléctricos e híbridos, fue declarado recurso estratégico en la Provincia de Jujuy.

Mientras que en el año 2001 se habían utilizado 70 mil toneladas, la demanda en 2010 fue de 127 mil toneladas. Durante el mismo período la Argentina pasó de producir 6 mil toneladas al año a 17 mil. Del total de carbonato consumido, Chile provee el 40 por ciento, Australia el 29 por ciento, Argentina el 14 por ciento y China el 11 por ciento. Asia (Japón, China. Corea) consumen casi el 60% de la producción, Europa el 20% y EEUU el 12%. En la actualidad, el 50% del litio se utiliza para aleaciones, cerámica, lubricantes, un 30% para aires acondicionados, metalúrgica, baterías para autos y medicina, y en un 20%, para producir las baterías de celulares, notebook y tablets. Los pronósticos indican que hacia el 2025 el mercado de las baterías crecerá hasta tener una porción del 50% del mercado.

El país ocupa el tercer lugar en importancia en cuanto a reservas mundiales de este “petróleo blanco”, que se estiman en once millones de toneladas métricas (tnm), detrás de Bolivia, que concentra el 50% en el salar de Uyuni, y Chile, que tiene el 25 por ciento con el salar de Atacama. En total, las salinas de la Argentina, Bolivia y Chile concentran el 85 por ciento de las reservas mundiales del mineral. La Puna tiene el 83% del litio del planeta, otro 15% se encuentra en el Tibet y un ínfimo 2% en Nevada, EE.UU.

El costo marginal promedio de la producción de carbonato es de 3.300 u$s/Ton. El costo de producción mas bajo del mundo se registra en salares de Chile con 1.500 u$s/Ton. Por su parte la empresa FMC, en Catamarca, manifiesta un costo de 2.200 u$s/Ton.

Como el oro y el petróleo, hoy el litio constituye un recurso natural no renovable que despierta el interés de grupos empresarios dispuestos a obtenerlo a bajo costo. El litio se ha convertido en un recurso cotizado por corporaciones mineras y empresas fabricantes. La principal empresa productora en el mundo es la australiana Talison Lithium, seguida por la chilena SQM. La Argentina podría encaminarse a una gran explosión productiva en base al litio, dado que el noroeste argentino es uno de los vértices del triángulo que Forbes llamó “la Arabia Saudita del litio”.

Según las conclusiones del Primer Seminario sobre utilización integral de Litio en Argentina, organizado por los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Industria, y la Provincia de Jujuy, en la ciudad de San Salvador, el litio puede constituirse en un punto de inflexión en el modelo de explotación minera a partir del desarrollo de tecnología de punta. Es por ello que se estimula la radicación de industrias de base tecnológica y que la explotación de este recurso sea protegiendo la biodiversidad y minimizando el impacto ambiental.

El biólogo Rodolfo Tecchi titular de la cartera de Educación, Ciencia y Tecnología de Jujuy y referente gubernamental en la temática admite que “si se repitieran las conductas que se siguieron con la explotación otros recursos naturales, no llegará el desarrollo al nivel local. Si lo único que queda de la explotación del litio son las regalías mineras y unos pocos puestos de trabajo, va a ser preferible preservar los salares para alguna otra actividad futura”. Es que la provincia de Jujuy apunta, en sintonía con organismos nacionales, a que la explotación del litio sea el inicio de cadenas productivas que preserven el ambiente, y agreguen valor, aplicando conocimiento y tecnología.

Se estima que a mediano y largo plazo habrá un importante incremento en los precios y la demanda de litio, la cual podría duplicarse en los próximos diez años, según las conclusiones de la Reunión del Grupo de Expertos Senior sobre el Desarrollo Sostenible del Litio en América Latina, organizada por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAL) a fines de 2010 en Santiago de Chile.

La cotización internacional de la tonelada del carbonato de litio duplicó su valor en los últimos años hasta alcanzar los US$ 6.000. El motivo radica en el crecimiento exponencial de la industria que fabrica baterías recargables para netbooks, notebooks y teléfonos celulares.

Más temprano que tarde, la provincia de Jujuy mediante el Decreto 7592 del año pasado declaró a las reservas minerales que contengan litio como recurso natural estratégico y busca preservarlas como un recurso natural no renovable que “debe constituirse en una fuente generadora de valor agregado local y de participación e inclusión laboral de los jujeños”. Para eso un comité de expertos integrado por expertos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu.) es el encargado de analizar y aprobar los proyectos de litio. El litio del salar de Olaroz en la provincia de Jujuy es el de mejor calidad por su baja concentración de magnesio.

En el último Congreso de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la presidenta Cristina Kirchner se refirió a los “importantísimos yacimientos de litio” como fuente de riqueza del nuevo milenio, señaló que el desafío es “industrializarlo en origen” y lanzó la consigna de “ruralidad industrial”.