Brasil: no hay lugar en las morgue de la ciudad de la tragedia

Mientras cunde el dolor, la indignación y la confusión tras la tragedia en la que murieron al menos 232 personas en un boliche de la ciudad de Santa María, la falta de espacio en las morgues y empresas funerarias se suma como un nuevo dato de la catástrofe.

Otra postal de la tragedia en Brasil
Otra postal de la tragedia en Brasil

Los cuerpos de las víctimas fatales, por la falta de espacio en la morgue municipal, tuvieron que ser llevados al Centro Deportivo estatal de la ciudad para ser reconocidas por los forenses.

“Los cuerpos fueron trasladados al gimnasio local para realizar un reconocimiento preliminar. Posteriormente se va a abrir la puerta para que familiares identificados puedan entrar a ayudar a hacer el reconocimiento de las víctimas”, dijo el mayor Cleberson Braida Bastianello, del batallón de operaciones especiales de la policía, a periodistas en la localidad.

Extendidos en el suelo y cubiertos por lonas blancas, pero con el rostro descubierto, los cuerpos fueron colocados uno junto al otro en largas filas que eran recorridas por sus padres, hermanos y amigos para ser identificados.

También en fila, pero en el exterior del centro deportivo, los familiares iban ingresando en el lugar con la esperanza de que la persona a la que buscan no se encontrara allí.

Un cuerpo de gestión de crisis integrado por médicos y psicólogos fue instalado en el gimnasio donde se llevaron los cuerpos para brindar asistencia a las familias.

Muchos de los familiares enfrentaron la espera bajo un sol implacable y recorrieron las filas de cuerpos sin estar seguros de que sus seres queridos estuvieran entre los muertos. Esta confusión se debe a que los cuerpos no fueron identificados en su totalidad y a que el número oficial de muertos se redujo a lo largo de la jornada, al tiempo que el de heridos fue en aumento.

“A lo mejor mi hija está en un hospital y no acá”, dijo a Radio Gaúcha una madre que aguardaba su turno para ingresar en el gimnasio del centro deportivo.

Otro aspecto que hace más duro todavía el momento por el que pasan las familias es que la ciudad no tiene capacidad para velar y enterrar tantos cuerpos. “No hay empresas funerarias suficientes”, explicó un empresario del sector.

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