Campaña recargada: el relanzamiento de Insaurralde

Y se va la segunda… Después de un breve paréntesis para analizar los resultados de las PASO y afinar la estrategia electoral, todas las fuerzas políticas lanzaron formalmente la campaña previa a las elecciones legislativas del próximo 27 de octubre. Entre ellas, el Frente para la Victoria que, en esta segunda oportunidad, buscará mejorar los resultados obtenidos el pasado 11 de agosto en algunos distritos y mantener los logros alcanzados en otros. Sin embargo, toda la atención está puesta en la populosa provincia de Buenos Aires, donde Martín Insaurralde intentará descontar la diferencia que le sacó Sergio Massa en las primarias. La meta del oficialismo es asegurarse el control de la Cámara de Diputados y del Senado. De repetirse los resultados de las PASO, el FPV estará en condiciones de retener la primera minoría, fundamental para gobernar hasta 2015.

Con ese objetivo y con la marcha peronista como telón de fondo, el intendente de Lomas de Zamora prefirió jugar de local en el relanzamiento de la campaña. El lugar elegido fue la plaza más importante de Lomas de Zamora, frente a la municipalidad. Allí, junto al gobernador Daniel Scioli y rodeado de más de cincuenta jefes comunales, ministros y dirigentes de peso, Insaurralde lanzó munición gruesa contra su par de Tigre, con quien busca polarizar de acá a octubre, y dejó entrever cuáles serán las directrices de esta etapa de la puja electoral. “Algunos candidatos tienen miedo a debatir”, dijo el lomense, sin nombrar a su principal adversario. Y agregó: “Algunos no pueden sostener con hechos lo que con marketing les hacen mostrar como lindo y exitoso”. Lo cierto es que, por ahora, el debate se suspendió porque Massa quiere imponer condiciones que el resto de los candidatos bonaerenses no están dispuestos a aceptar. Entre otras cuestiones, el hombre de Tigre quiere evitar el cruce directo de opiniones durante el debate. Es decir, propicia que cada uno tenga un tiempo limitado para exponer y punto. Sin intercambio de opiniones. Las negociaciones, por ahora, están trabadas. Pero no está dicha la última palabra.

“La idea es comunicar que el nuestro es un proyecto nacional. Aunque los temas de la provincia van a ocupar una parte importante de la agenda de campaña, la idea es mostrarnos unidos”, le explicó a Veintitrés un dirigente bonaerense cercano al gobernador. En sintonía, Insaurralde comenzó con un repaso de los logros del kirchnerismo en la última década y comparó los que obtuvo en su distrito con los que exhibe Tigre en acceso al agua potable, gas y cloacas. En los últimos días circularon encuestas con algunos datos vitales para el oficialismo. Una de ellas, publicada en exclusiva por Perfil, de Federico González y Carolina Valladares Consultores. El sondeo reveló que Insaurralde es el candidato que logra más fidelidad en sus votantes de las primarias. El 93% de los que lo votaron en agosto afirmaron que lo volverán a votar en octubre. En cambio, la fidelidad a Massa ronda el 88%. Otro dato importante es la gran cantidad de consultados que se declaran indecisos, a pesar de haber elegido a un candidato en las PASO. Al ser una elección de medio término, coinciden los analistas, la libertad con la que se mueve el electorado impide arriesgar pronósticos a un mes de los comicios. Pero también se convierte en un campo fértil para captar adhesión.

La agenda de seguridad, uno de los temas que más preocupa a los bonaerenses, también estará presente en este segundo tramo de campaña. Insaurralde abordó el tema durante el acto, con las cifras que publicó la Procuración provincial sobre los delitos cometidos en el conurbano. Según esos datos, en la zona norte (Tigre, San Fernando, Vicente López y San Isidro) el índice de delitos es un 18% más elevado que en la zona sur de la provincia (Lomas, Avellaneda y Lanús). La seguridad ya se había colado en la campaña previa a las PASO, cuando la casa del intendente de Tigre fue escenario de un robo. Desde entonces, el tema tuvo sus altibajos y un punto de inflexión tras la propuesta de Insaurralde de debatir un Régimen Penal Juvenil y la baja de la edad de imputabilidad. Dos temas pendientes de tratamiento parlamentario y que dividen aguas aun en el oficialismo.

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