Luego de 72 horas del violento operativo represivo llevado adelante por la Policía Metropolitana en terrenos del Hospital Borda, con un saldo de más de 50 heridos, comenzaron a declarar en sede judicial los efectivos involucrados. Según pudo reconstruir Tiempo Argentino, de acuerdo a los testimonios prestados en el Juzgado Correccional Nº14, y a las primeras evaluaciones de los auditores, las mayores responsabilidades recayeron sobre los jefes del operativo por las órdenes impartidas y las diversas irregularidades que derivaron en la feroz represión del viernes último.
Con el eco del pedido de renuncia masivo por parte de todo el bloque opositor sobre sus espaldas, Guillermo Montenegro cargó duro puertas adentro de la Metropolitana contra el comisario Horacio Giménez. Desde el Ministerio de Seguridad porteño afirmaron que buscará deshacerse de él de manera “diplomática” apenas se aclare su propia situación. Pese a las imágenes que transmitían los canales de televisión apostados en el lugar, el mensaje que durante toda la jornada escaló desde la cúpula de la fuerza, presente en el lugar, fue que la situación “estaba bajo control”, indicaron desde el entorno del ministro.
