“Con esta grosería, la Cámara quedó expuesta”

Llegábamos con toda la expectativa de la posibilidad de que se cumpliera la ley. La Corte fue taxativa al respecto y planteó que el 7 de diciembre todos los artículos de la 26.522 tenían que aplicarse”, dice Gabriel Mariotto, hoy vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, que fue el hombre que llevó adelante la transición del Comfer al Afsca. Y agrega,

ante el fallido 7 de diciembre: “Igual, es un momento de cambio cultural trascendente en el país. Desde mi llegada a la universidad en el año 1983, todavía con dictadura militar, aunque ya en proceso de apertura y con las elecciones fijadas para octubre, veía con entusiasmo que en la plataforma de mi partido político, el peronismo, y también en la de la UCR, figuraba el cambio del decreto ley de la dictadura por una ley de la democracia. Ya en el umbral de la construcción democrática se veía con expectativa el fin de un decreto ley que lamentablemente terminó conviviendo en 27 años de democracia con todos nosotros”.

–O un poco peor aún…
–Es cierto, porque hubo cambios que se hicieron que potenciaron el régimen censor y represivo que ya tenía esa ley de la dictadura.

–¿Por qué no se pudo modificar antes, qué pasó durante el alfonsinismo, durante el menemismo?
–Los intentos siempre fueron individuales. Hubo más de 70 proyectos presentados en el Congreso. Solamente uno tuvo un respaldo lateral de un Ejecutivo, desde el Consejo de Consolidación de la Democracia, de Raúl Alfonsín. El resto fueron aportes individuales que no tenían peso específico para soportar las presiones de los grupos que manejaron la comunicación desde siempre. Ninguno de esos proyectos tenía la posibilidad de emerger: estaban condenados al cajoneo. De hecho, un solo proyecto sorteó una comisión; del resto ninguno pudo tener el dictamen de alguna, ni en Diputados ni en Senadores. La cesión de la democracia ante las presiones del Grupo Clarín fue evidente y cada vez se conformó más el monopolio. En la década del ’90, con la privatización de los canales, el interventor de Canal 13, que fue el asignado al Grupo Clarín, fue un abogado de ese mismo grupo. La intervención en tránsito a la privatización ya estaba amañada para que la ganara ese grupo monopólico. Luego, todas las presiones que hicieron los grupos y las empresas sobre el artículo 45, que en el decreto ley de la dictadura impedía que el dueño de un diario accediera a una frecuencia audiovisual. Y la conformación del monopolio en los ’90 los dotó de la herramienta de condicionamiento de la democracia.