Cristina resaltó la administración del dólar para impulsar la producción

Cristina, en Tecnópolis, por el Día de la Industria.
Cristina, en Tecnópolis, por el Día de la Industria.

En una exposición de fuerte tono político, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió la administración del tipo de cambio, planteó un cambio en la ley que regula los accidentes de trabajo y pidió a los empresarios una revisión del nivel de ganancias que obtienen en una economía que se ha caracterizado por la expansión.

Cristina llegó al predio de Tecnópolis, en Villa Martelli, en el partido de General San Martín del Conurbano Bonaerense, para encabezar el acto por el Día de la Industria, poco después de las 21. Fue la única oradora de un evento al que concurrieron más de 1500 empresarios.

En el arranque de su exposición, la presidenta afirmó que “la industrialización no es una variable económica; responde a un proyecto político de país”, y celebró “la decisión de no ser un país que produce sin valor, un país con el salario industrial más importante de Latinoamérica”. Además, destacó la importancia de celebrar “junto al sector del capital y las diferentes corrientes” de la industria. Asimismo, anticipó que la recaudación de agosto fue de $ 60.456 millones, un 29,2% más que el mismo mes del año anterior.
Cristina sostuvo que “cada país elige un proyecto para servir a los grandes intereses nacionales que no pueden ser otros que los del crecimiento, la generación de trabajo y el consumo, que en definitiva es la reindustrialización”. “La reindustrialización no fue una decisión del modelo económico, estaba en el corazón de este proyecto que nació en el 2003”, afirmó la jefa de Estado.

Por su parte, destacó que desde 2003 en el país “se pusieron en marcha 1900 empresas, además del pase de muchas empresas de pequeñas a medianas y de medianas a grandes” y destacó que la Argentina se convirtió en “primerísimo actor en distintas industrias, como la de software y laboratorios”.

Inmediatamente, Cristina relacionó la política de rescate de la industria tras el colapso de 2002 con la política aplicada al tipo de cambio. Así, la presidenta aseguró que le causa “sorpresa que desde sectores gremiales se pida una devaluación, porque sería un impacto de lleno al corazón del salario”. “El tipo de cambio elevado atentaría contra el sector productivo; es clave que sigamos con el proceso de sustitución y por eso necesitamos un tipo de cambio con equilibrio”, expresó.

Con contundencia, la presidenta indicó que “a pesar de que se diga que el tipo de cambio está retrasado, el sistema de flotación administrada permitió generar crecimiento”. “El tipo de cambio no está retrasado, pero si la matriz productiva depende de las importaciones, un aumento del dólar va en sentido contrario a la reconversión industrial”, aseguró. “Con un tipo de cambio más alto favorecemos al sector más primario de la economía y perjudicamos a la industria que necesita seguir elaborando el proceso de sustitución de importaciones”, subrayó la presidenta. Desde el gobierno nacional se va a “seguir protegiendo el trabajo y a la industria nacional a rajatabla” en un escenario internacional que es “una verdadera batalla comercial”, afirmó.

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