La Fiscalía de Cagliari (Cerdeña), que condujo las investigaciones, explicó que en sus pesquisas encontraron “señales de la preparación de un posible atentado en el Vaticano en 2010”.
Según el fiscal Mauro Mura, de las interceptaciones durante los años que duró la investigación descubrieron la hipótesis de un proyecto de atentado en el Vaticano en marzo de 2010, durante la permanencia en Italia de un presunto kamikaze de origen paquistaní.
Mura subrayó en una rueda de prensa que no había nada previsto, sino que sólo se hablaba de una hipótesis de atentado, informó la agencia de noticias EFE.
Estas revelaciones surgieron durante las investigaciones que iniciaron en 2009 para fortalecer la seguridad por la celebración de la cumbre del G8 en la localidad sarda de La Maddalena.
Los fiscales comunicaron hoy que emitieron 20 órdenes de detención pero que finalmente pudieron arrestar a nueve personas, ocho paquistaníes y un afgano, mientras otros tres están desaparecidos y el resto abandonaron ya Italia.
Entre los señalados se encuentran incluidos dos miembros de Al Qaeda que habrían formado parte de un equipo de apoyo y protección al antiguo líder de la organización, Osama ben Laden, en Pakistán, donde fue asesinado a tiros por fuerzas especiales estadounidenses que ingresaron ilegalmente a territorio paquistaní.
Las detenciones se produjeron en las ciudades de Sassari, Bérgamo, Macerata, Roma, Frosinone y Foggia, y a los arrestados se les acusa de “actos terroristas en el extranjero” y de “favorecer la inmigración clandestina”.
Según los investigadores, esta célula es responsable de varios atentados y sabotajes perpetrados en Pakistán, incluido un ataque contra un bazar de Peshawar que mató a más de 100 personas el 28 de octubre de 2009, informó la agencia de noticias Europa Press.
En estos años de investigaciones también se pudo constatar que la organización tenía a su disposición armas y que reclutaba a personas para enviarlas a cometer atentados en Pakistán y Afganistán, y que después regresaban a Italia.
Los investigadores señalan a un imán de Bérgamo (norte de Italia) del que aún no facilitaron el nombre, como el principal responsable de recaudar fondos en algunas ciudades entre las comunidades paquistaníes y afganas, que eran después enviados a estos países para cometer atentados.
En un comunicado de la Policía italiana se cita que en una ocasión la organización hizo llegar 55.268 euros a Islamabad mediante un emisario en un vuelo desde Roma, aunque normalmente usaban el método conocido como “hawala”, que funciona utilizando una red de colaboradores y familiares.