Destacan en Colombia la investigación para detener al narco

López, de 41 años, fue capturado este martes en Buenos Aires en el marco de la “Operación Tierra de Fuego”, con la participación de agencias de seguridad de Colombia y Argentina.

Según el general León, para la ejecución de la captura fue importante el contacto que sostuvieron en los últimos días los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Colombia, Juan Manuel Santos.

“Mi Sangre”, jefe del grupo narcoparamilitar de Los Urabeños y quien quería asumir el mando de la banda de sicarios Oficina de Envigado, fue capturado en un restaurante de la capital argentina.

León dijo que dispositivos de ubicación satelital fueron puestos en los vehículos en que se movilizaban López y sus escoltas por diferentes sectores de Buenos Aires donde tenían refugios, lo que permitió su ubicación.

El oficial relató que López estuvo a punto de ser capturado hace varios meses en Paraguay, pero que en los últimos días se decidió dar el golpe en Buenos Aires cuando se conoció su ubicación en esa ciudad. En Argentina vivía desde 2010.

“En Buenos Aires simulaba ser un próspero empresario venezolano”, dijo León a la cadena de radio Caracol, tras lo cual advirtió que a los grandes capos de la mafia les resulta ahora muy difícil esconderse en otros países porque la persecución en su contra es de carácter internacional.

“Se movilizaba entre Paraguay, Brasil y Venezuela, y pretendía ir a Ecuador. El futuro que le espera es pagar todos los delitos cometidos en Colombia o Estados Unidos”, dijo León, al recordar que una corte del estado norteamericano de Florida pide la extradición de López.

“Día a día, el espacio es mucho más reducido para que los delincuentes se refugien en otros países. No hay sitio donde puedan refugiarse. Estén donde estén, llegaremos con todas nuestras capacidades”, dijo el general.

Según un comunicado de la Policía colombiana, poco antes de ser capturado López se reunió con emisario del cartel mexicano de Los Zetas, con el que colaboraba con la entrega de cocaína.

El gobierno colombiano ofrecía una recompensa de 1.200 millones de pesos (unos 654.000 dólares) por informaciones que condujeran a la captura de “Mi Sangre”.

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