Lejos quedaron los días en que el titular de la CGT Hugo Moyano se mostraba en campaña junto a su aliado político Francisco de Narváez y juntos soñaban con repetir en la provincia de Buenos Aires la performance que el “Colorado” había cosechado en 2009, con la intención de conformar un contrapeso político al Frente para la Victoria en el Congreso Nacional.
Ayer, cuando la derrota estaba consumada y el Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo obtenía el cuarto lugar, detrás de Margarita Stolbizer, el líder camionero ni se apareció por el búnker de Las Cañitas para dar su respaldo, ni mandó a ninguno de sus compañeros de gremio a hacerle “el aguante” a De Narváez.
Moyano se postuló como precandidato a diputado en el último lugar de la lista del empresario, que llevaba en segundo lugar a otro aliado sindical, el titular del gremio de los canillitas, Omar Plaini. El Frente sólo logró cosechar el 10,54% -342.921 votos , muy lejos del 34,5% que había logrado el colombiano, cuando el líder camionero aún era “amigo” del kirchnerismo.
La otra gran derrota del moyanismo en la jornada de ayer fue el pésimo debut electoral de su partido Movimiento Unidad del Trabajo y la Producción. Su intento por competir en la Ciudad de Buenos Aires, llevó como candidato a senador al ex interventor del COMFER, Julio Bárbaro, y como precandidato a diputado al titular del gremio de los judiciales, Julio Piumato.
La derrota fue tan contundente que la lista obtuvo el 0,66% de los votos y quedó muy lejos del 1,5% necesario para competir en las elecciones de octubre.
“Yo no soy candidato a nada”, había dicho el líder camionero en una entrevista en la que reconocía que su postulación era testimonial, “sin ninguna chance de entrar”, con el solo objetivo de arrastrar votantes. Sin embargo, ni eso logró, y habrá que ver cómo se rearma para poder constituirse políticamente como fuerza opositora de cara a 2015.
FUENTE :INFOnews
