Javier Milei y su gabinete avanzan con la obstinación de concentrar la suma del poder público. Este jueves, luego de la habitual reunión de ministros en Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni ratificó que el Gobierno irá a fondo en la aplicación del decretazo 70/23 con el que volteó más de 300 leyes y en la aprobación de la Ley Ómnibus que, entre una lista interminable de medidas, podría otorgarle al Presidente facultades extraordinarias –siempre y cuando logre pasar el filtro del Congreso– hasta el último día de su mandato constitucional. La intransigencia, otra vez, fue justificada con el argumento de que la actual administración recibió “la peor herencia en la historia argentina, con una inflación del 1 por ciento diario que nos encuadra en un proceso hiperinflacionario”, según insistió Adorni. El relato de que todo puede ser peor sigue siendo el eje rector del discurso con el que se explican las medidas y la orientación de la gestión. La plaza vacía a la que Milei intentó saludar más tarde desde el balcón puede ser un síntoma de que su rebote en la calle no parecer ser el mismo, al menos, que esa postura tiene en el microclima libertario de las redes sociales.

La reunión de gabinete, temprano, expuso algunas dudas internas. El temario lo ocuparon enteramente el DNU y el paquete que Milei se niega a llamar “Ley Ómnibus”. Pero las principales espadas legislativas de La Libertad Avanza demostraron que ni ellos conocían su letra chica: tanto el presidente provisional del Senado, el puntano Bartolomé Abdala, como el titular del bloque Libertario en Diputados, Oscar Zago, reconocieron que no leyeron el proyecto en profundidad. Los dos patinaron ante la consulta sobre el artículo de la mega ley que establece que para que tres personas o más se reúnan en el espacio público (es decir que se manifiesten) deberán pedirle permiso antes al Ministerio de Seguridad. “Si es así, no estoy de acuerdo”, dijo el propio Zago.

En el plano del apoyo político a ambas iniciativas también empiezan a aparecer dudas. Hasta ahora, el PJ cordobés, que colocó varios funcionarios al frente de áreas claves de la gestión –como Osvaldo Giordano en Anses y Franco Mogetta en la Secretaría de Transporte– no se pronunció abiertamente a favor. No lo hicieron ni el exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, ni su sucesor, Martín Llaryora, quien hace diez días tuvo un primer encuentro con el ministro de Interior, Guillermo Francos, y deslizó que no estaba de acuerdo con la suba de las retenciones al agro. Milei suma inquietud ante ese vacío y también mira de reojo la actitud que tendrán algunos bloques clave, como el del  radicalismo, cuando llegue la hora de votar tanto el decretazo como el megaproyecto en ambas cámaras.

El que salió a bancar al Presidente, nuevamente, fue Mauricio Macri. Dijo que el DNU “viene a liberar a la gente” y sostuvo que la “vocación de cambio” del electorado es “mucho más profunda” que la que lo llevó al poder a él en 2015. Música para los oídos de Milei, que espera más ecos de apoyo en el sistema político a sus medidas. La alusión a “las coimas” que buscan los diputados y senadores y la forma de enviar el paquete en una sola ley no ayudó en la tarea de conseguir concensos.

Plaza vacía y show de Fátima

Tras la reunión, Milei y su equipo salieron a saludar a… nadie. Subieron hasta el balcón de la Rosada y en un intento de mostrarse cerca de la gente se toparon con una Plaza de Mayo vacía, con apenas unas 50 personas que simplemente pasaban por el lugar, tal como mostraron varios videos que se subieron más tarde a las redes sociales. Terminó siendo un paso de comedia. Junto al Presidente saludaron su hermana Karina, secretaría general de la Presidencia; la vicepresidenta Victoria Villarruel; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la Canciller Diana Mondino, a quien se la vió acercarse al asesor estrella Santiago Caputo (aún sin cargo formal) para fumar un cigarrillo.

Para volver a sentir el calor del público, Milei acudirá este viernes al espectáculo que su pareja, la actriz Fátima Florez, está brindando en Mar del Plata. La movilización del presidente hacia el Teatro Roxy supondrá un gran operativo de seguridad.

“Palos en la rueda”

Durante su habitual conferencia de prensa, Adorni volvió a fustigar –en línea con el Presidente– a quienes se oponen a las medidas del gobierno. “Sabemos que hay gente que no está dispuesta a cambiar y que va a poner palos en la rueda”, sostuvo respecto de las movilizaciones callejeras de los últimos días. “Habrá que analizar qué intereses tienen para que esto no cambie”, agregó en defensa de la mega-ley, “cuando su espíritu es más libertad”. Horas más tarde, la CGT anunció la convocatoria a un paro general.

En sintonía, Macri volvió a hablar de “orcos” para referirse a los opositores al Gobierno. “El DNU muy controvertido según los ‘orcos’, pero viene a decir que liberemos a la gente”, señaló el expresidente, y añadió que “nadie puede estar en contra de recibir más libertad”, si bien “te puede dar un poco de vértigo después de años de opresión”. Luego, agregó que “hay gente que va a intentar defender sus privilegios”, pero celebró que “el cambio” en Argentina “es profundo por decisión” del electorado. “Siempre que haya incentivos a la competencia, me van a tener ahí”, remató.

Adorni, más temprano, había abundado en la tesis libertaria: “Queremos un país con un Estado limitado, que gaste poco, y se financie con impuestos bajos”.