Conferencia de prensa realizada en la CTA, con su titular, Hugo Yasky junto a Claudia Méndez, sobrina del desaparecido.
El titular de la CTA, Hugo Yasky, anunció la recuperación e identificación, a través de pruebas de ADN, de los restos de Ruperto «Tito» Méndez, militante del PTR-ERP y delegado de la fábrica Fiplasto de Ramallo, desaparecido junto a otros once trabajadores el 29 de marzo de 1976.
La identificación de los restos de un ex delegado gremial desaparecido en 1976 en la localidad bonaerense de Moreno, gracias a la comparación genética con el grupo familiar, fue considerada hoy como un «hito» que marca la importancia de «continuar en la lucha por esclarecer la verdad» sobre los detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Así quedó expuesto en la conferencia de prensa realizada en la CTA, donde su titular, Hugo Yasky anunció la recuperación e identificación de los restos de Ruperto «Tito» Méndez, militante del PTR-ERP y delegado de la fábrica Fiplasto de Ramallo, desaparecido junto a otros once trabajadores el 29 de marzo de 1976, en la quinta de la localidad bonaerense de Moreno.
Acompañado por Claudia Méndez, sobrina y dirigente de la CTA Ramallo, Carlos Maco Somigliana del Equipo Argentino de Antropología Forense; Pablo Llonto, abogado de la familia querellante; Aída García Buela, de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Yasky remarcó el «punto de conexión» entre el caso Méndez y la lucha de los organismos de derechos humanos.
«El trabajo de búsqueda de familiares detenidos-desaparecidos a través del cotejo de ADN abre la discusión sobre la necesidad que todos los casos deben ser esclarecidos», manifestó Yasky al precisar que gracias a la muestra aportada en 2009 por el abuelo de Méndez pudo arribarse a la identificación de los restos de su nieto.
En ese marco, concluyeron en la decisiva importancia que tiene a más de 30 años del genocidio vivido en el país de aportar muestras de ADN para esclarecer los casos que aún no fueron resueltos.
«Las causas se pueden llevar adelante gracias al aporte de madres, abuelas, hijos, hermanos, esposas, sobrinos», dijo por su parte Llonto al convocar a «todos los familiares que tengan dudas sobre el paradero de seres queridos aportando su muestra de ADN» al Banco Nacional de Datos Genéticos.
El dirigente de CTA coincidió en que «el trabajo de búsqueda de familiares detenidos-desaparecidos a través del cotejo de ADN abre la discusión sobre la necesidad que todos los casos deben ser esclarecidos».
Para Yasky, «en 50 años más, nadie va a hablar de los Magnetto, Noble Herrera, Macri y tantos otros, pero de (Hebe de) Bonafini, (Estela de) Carlotto, van a ser apellidos que los maestros van a enseñar en las aulas».
Méndez describió el proceso que la llevó a romper con el silencio familiar provocado por el dolor del secuestro de su tío y también de su abuelo y cómo comenzó su recorrodido junto a familiares y compañeros que conocían a Méndez.
«Vencí ese dolor y pude reconstruir la historia con otros compañeros que también buscaban a mi tío», relató Claudia al subrayar el trabajo del EAAF y al anunciar que mañana los restos de Mendez serán homenajeados en el primer sitio de memoria de la ciudad de Ramallo, donde el ex delegado estaba construyendo su casa, en la calle Leloir 137.
A su turno, Somigliana dio detalles del trabajo del EAAF que, dijo, se inicia con la inhumación del cuerpo enterrado como NN en el tablón de indigentes del cementerio de Moreno y el «relevamiento de fuentes históricas y documentales» sumado al relato de sobrevivientes, y elogió la «persistencia de los familiares» para reconstruír la historia de las víctimas del terrorismo de Estado.
En tanto, García Buela, cuyo hijo fue identificado por el EAAF, éste es «un caso que alienta por la gente jóven que sigue nuestra lucha» «Rescaté los restos de mi hijo y convoco a los familiares a dar sangre para poder continuar esta lucha», señaló Buela, integrante de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
