La actividad cayó nuevamente y superó los índices de los últimos meses

Sindical/Nacionales/MundoGremial

La industria acumula casi 500 días de caída permanente.

Las consecuencias negativas de la actividad económica pos Elecciones Primarias aún parecen no haber tocado techo. Los indicadores señalan que el camino de salida cada vez está más lejos y la recuperación puede costar más de lo previsto.

Los primeros números de este mes señalan que la actividad continúa con los números en rojo: la industria automotriz sigue siendo de las más afectadas y este mes volvió a caer 24,7% interanual, mientras el despacho de cemento se contrajo 6,7% respecto del mismo mes de 2018. La recaudación se redujo un 7% real mientras las importaciones desde Brasil disminuyeron cerca de un 30%.

Las cifras son más alarmantes si nos remontamos a los niveles productivos registrados en los primeros dos años del gobierno de Mauricio Macri. Respecto de la producción automotriz, en septiembre de 2015 se produjeron 52.977 automóviles, mientras el mes pasado esa cantidad se redujo hasta 27.687 unidades. En el acumulado de los últimos cuatro años, la actividad automotriz cayó un 47,8%. El índice Construya dio una baja del despacho de cemento del 21,1% respecto de septiembre de 2015, mientras que en los últimos cuatro años se contrajo un 16,6%.

Al mismo tiempo, la demanda energética de las industrias registró una caída del 5,7% respecto a los niveles de 2015. Lo llamativo es que el consumo eléctrico no suele ir emparentado con la caída productiva, ya que las maquinarias deben encenderse aunque se fabrique en menores volúmenes.

El economista Leandro Mora Alfonsín señaló a BAE Negocios que la industria ya registró 16 meses de caída en los datos oficiales, en una dinámica que parece no detenerse, incluso al comparar con meses de 2018 que dejaron una base muy fácil de superar.

“En agosto hubo continuidad a la baja y el tema es septiembre y octubre, cómo se acomodó la industria a los nuevos valores de la economía. Habrá continuidad en la caída y lo destacable es que comparamos con los peores meses de la crisis. Y aún así no levanta; está muy persistente”, destacó.

Entre las causas principales de los indicadores negativos se encuentran centralmente la caída del consumo interno, las elevadas tasas de interés y los tarifazos que afectaron directamente a los costos.

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