La causa más grande de lavado y fuga quedó empantanada

Es el caso BNP Paribas, que tenía una oficina clandestina desde donde sacaron casi US$ 1.000 millones hacia guaridas fiscales. Ex funcionarios y jueces vinculados a Clarín entre los fugadores. Los camaristas Borinsky y Hornos y el fiscal Pleé, todos visitantes de Macri en Olivos, frenan una solución del caso.

Por

Ari Lijalad

ARI LIJALAD

La mayor causa por lavado de dinero y fuga de divisas que hoy transita por los tribunales argentinos corre riesgo de hundirse en la ciénaga de Comodoro Py. Es el caso BNP Paribas, donde quedó al descubierto una fuga de casi 1.000 millones de dólares entre el 2000 y el 2008, con 14 de directivos y empleados del banco enviados a juicio oral, con ex funcionarios y ex jueces (algunos con conexiones con el Grupo Clarín) entre los involucrados en el envío de grandes sumas de dinero que no podían justificar a guaridas fiscales como Miami, Bahamas, Panamá, Curazao, Suiza y Luxemburgo, algunos de los cuales el gobierno de Mauricio Macri buscó proteger. El caso, plagado de pruebas, iba a camino a un juicio oral de muy difícil concreción ya que no hay jueces designados para hacerlo y los principales imputados están en Francia. La fiscala del juicio Gabriela Baigún llegó a un acuerdo para que paguen 15 millones de dólares y se destine el dinero al trabajo social del padre José María “Pepe” Di Paola, pero los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, habitués de Macri en Olivos, frenaron todo.

El BNP Paribas no es un banco cualquiera: está en el puesto 21 entre los bancos más grandes del mundo. En Argentina, al igual que el HSBC, el JP Morgan y otros, el BNP proveía de firmas truchas en guaridas fiscales a las cuales se transfería el dinero y se ocultaba el beneficiario final. Los nombres de los clientes, sin embargo, quedaron al descubierto con esta investigación. Y había de todo.

Loading video

El caso tuvo un largo derrotero. Hubo una detallada investigación de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) del fiscal Carlos Gonella junto a Néstor García Paradiso, que estaba a cargo del área de Fraudes Económicos y Bancarios, que trabajaron en coordinación con los fiscales Sandro Abraldes, Paula Asaro y Horacio Azzolin. El trabajo dejó al descubierto el entramado de fuga y el listado de clientes que querían ocultar su patrimonio a través de una oficina clandestina del BNP Paribas. A pesar de algunas trabas el caso avanzó, se procesó a los directivos del banco responsables de estas maniobras y el caso iba camino a juicio oral.

Las condiciones para el juicio, sin embargo, no eran alentadoras. No por falta de prueba, que es abundante, sino por el propio contexto del Poder Judicial y las características de los acusados. El tribunal Oral en lo Criminal Federal N 6, sorteado para el caso, no tiene jueces designados, van rotando subrogantes de otros tribunales. Imposible para un juicio de esta magnitud. Y los imputados más relevantes, los ex directivos de la sucursal clandestina del BNP Paribas, son franceses, país que no extradita a sus ciudadanos, y era más que dudoso que vinieran por motu propio.

A %d blogueros les gusta esto: