La CGT de Caló se muda al barrio porteño de Balvanera

La CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló se mudará a un edificio ubicado en la avenida Corrientes casi esquina Boulogne Sur Mer, en el barrio porteño de Balvanera, en la zona conocida como Once. El sector de la central opositor a Hugo Moyano alquilará allí un edificio donde establecerá su sede, al menos hasta que la Justicia determine qué sucederá con el histórico edificio de la calle Azopardo, por ahora en manos del moyanismo.

La CGT de Caló tendrá su sede en un edificio de la avenida Corrientes.
La CGT de Caló tendrá su sede en un edificio de la avenida Corrientes.

Aunque todavía no está cerrada completamente la operación, apenas resta definir alguna rebaja en el precio final del alquiler, que según publica hoy el diario La Nación, rondaría los $130 mil.

A pesar de que el edificio es a estrenar, necesita algunas reformas para adaptarlo al uso que le dará la central obrera, por lo cual no está definida la fecha de inauguración. Lo que sí está definido es que no tendrá empleados en relación de dependencia. El personal saldrá de los más de 90 sindicatos que apoyan a Caló, que afrontarán los gastos.

Desde la ruptura con el sector de Moyano, la CGT de Caló había fijado domicilio legal en Alsina 485, en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica, y mantenía sus reuniones semanales en las sedes de los distintos gremios que la integran. Por este motivo, hasta ahora, fue denominada “CGT Alsina”, en oposición a la “CGT Azopardo”, que refiere a la de Moyano (el camionero bautizó irónicamente “CGT Balcarce” a la de Caló, en referencia a la calle donde se encuentra la Casa Rosada).

Hace meses que la CGT opositora a Moyano busca sede. Primero intentó alquilar un edificio en la avenida Belgrano, cerca del gremio de SMATA, pero el dueño pedía que el pago fuera en dólares, lo cual frustró la operación. También se evaluó un edificio en el barrio de Constitución, pero el alquiler era demasiado caro.

Establecer la sede en edificio de la calle Azopardo, por el que ambas centrales mantienen una disputa judicial, no sería importante solamente por una cuestión simbólica: su manejo permite supervisar el importante patrimonio de la central obrera y administrar los aportes mensuales que hacen los gremios integrantes.

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