La CGT es de los trabajadores


Víctor Santa María

No es una cuestión de Moyano ni de Caló, ya que la conducción de la CGT no es sólo el secretario general sino un cuerpo colectivo que tiene objetivos por los cuales trabajar a favor tanto de los trabajadores en actividad como aquellos que se encuentran desocupados.


Reivindico el derecho a huelga y las movilizaciones, pero fue exagerado convocar drásticamente a un paro general y una marcha masiva a través de un programa de televisión sin la consulta previa a los cuerpos orgánicos de ese mismo gremio. Este es un gobierno que ha trabajado y sigue trabajando justamente para que los trabajadores tengamos un derecho básico que se había perdido. En 2003, cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner, más del 25% de los compañeros estaba sin fuente de trabajo. Oponerse a Cristina Fernández no significa oponerse a una persona, es atacar una política y un Estado que está trabajando para que los 40 millones de argentinos podamos tener un bienestar mejor y podamos vivir en una Argentina que se realice. El gobierno nos dio la posibilidad de sentarnos en la mesa de igual a igual con el capital, cuando antes en la Casa Rosada entraban sólo los empresarios y las corporaciones internacionales a ver cómo se llevaban una parte del Estado. Y cada vez que tuvo que laudar el Estado, lo hizo a favor de los trabajadores. La Confederación General del Trabajo y su conducción deben velar en sintonía con lo antedicho y no debe sectorizarse con el reclamo de uno de sus representados. La CGT tiene la responsabilidad de cuidar, más que nadie, la armonía del sistema, planteando entre otras cosas, elementos y herramientas superadoras y creativas para compensar desajustes que puedan ocurrir.
Desde nuestro espacio y representación no podemos más que sostener nuestros intereses particulares dentro del interés común de construir una nación libre, justa y soberana, y el proyecto nacional, popular y democrático que se puso en marcha en 2003, es hoy la representación más cabal de la patria que queremos construir y de hecho la estamos construyendo entre todos.
No es bueno que soplen vientos de división en la CGT y nuestra obligación, la de todos, es redoblar el esfuerzo para evitarla, llevando a la práctica un histórico axioma peronista que la presidenta Cristina Kirchner nos viene reclamando a todos en esta hora: unidad solidaridad y organización.

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