Por Claudio Mardones
Bajo las entrañas de las viejas vías del transporte ferroviario argentino, y especialmente entre las redes que todavía funcionan, existe una bitácora estatal que muy pocas veces ha visto la luz pública. Se trata de las inspecciones de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), el organismo federal, dependiente de la Secretaría de Transporte de la Nación, que tiene a su cargo el control de la calidad de todos los sistemas de transporte de personas y cargas del país. Además del monitoreo de los contratos de concesión de la vieja empresa estatal Ferrocarriles Argentinos, que fue liquidada por Carlos Menem a partir del 18 de marzo de 1993, cuando la monumental red de trenes estatales dejó de funcionar bajo administración pública.
Entre esos documentos oficiales, hasta ahora desconocidos, hay dos inspecciones de marzo de 2010 y abril de 2011, donde el ente de control castigó con dos multas de 1,8 millones de pesos, cada una, a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), por el incumplimiento de su “respectivo plan de mantenimiento para una adecuada gestión del servicio”, y por la “grave y generalizada falta de mantenimiento”. La advertencia se repite en 2009 y 2010 y resalta que, “durante los años anteriores se realizaron inspecciones que demuestran un sostenido decaimiento de los bienes, producto de un mantenimiento insuficiente y apartado de las normas técnicas aplicables en la materia”. Las dos resoluciones, sostienen que tampoco “se observa por parte de esa concesionaria ferroviaria una conducta que arroje resultados prácticos que conduzcan a revertir la situación”.
