La Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) decidió el estado de alerta como consecuencia de «las graves denuncias realizadas por los trabajadores sobre centenares de liquidaciones con recortes de aguinaldos», por parte de la administración de Horacio Rodríguez Larreta y afirmó que esas reducciones oscilan entre el 30 y 40 por ciento y que tampoco habrá bono de fin de año.
«Esas reducciones oscilan entre el 30 y el 40 por ciento de lo que los trabajadores deberían efectivamente percibir. Además, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se niega a discutir el pago de un bono de fin de año», señaló en un comunicado.
Andrea Ramírez, trabajadora del Hospital Ramos Mejía y referente de la ALE, denunció hoy que «la situación es una provocación, porque además de cobrar salarios miserables y por debajo del valor de la canasta de pobreza, de 72 mil pesos según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), hay sumas en negro», sostuvo.
Ramírez ratificó la denuncia de recortes sobre el pago de los aguinaldos, la ausencia de discusión para percibir un bono de fin de año y calificó esa realidad como «deplorable», a la vez que enfatizó que la actividad fue declarada esencial.
Carolina Cáceres, otra referente de la ALE y secretaria de Prensa de la Federación de Profesionales de la Salud de Buenos Aires, expresó que existe «indignación» en los hospitales porteños, y denunció que el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) que lidera el histórico Amadeo Genta «mira para otro lado, pero es el responsable directo para subsanar esta realidad».
La ALE convocó para las 18.30 de hoy a «una asamblea de emergencia» para decidir medidas de fuerza y «los pasos gremiales a seguir», porque los trabajadores de primera línea de la enfermería «no merecen un cachetazo en Navidad», concluyó.
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