La semana pasada, la periodista Cynthia Ottaviano, propuesta por la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, recibió el aval de ambas cámaras del Congreso Nacional, y asumió como titular de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, un organismo inédito en la materia en la Argentina.
Con apenas dos días de gestión transcurridos, Ottaviano, quien es licenciada en Comunicación Social, docente universitaria de grado y posgrado y una profesional de los medios de vasta trayectoria –comenzó en Canal 4 de Lomas de Zamora, y se desempeñó en Radio Nacional, el canal de noticias CN23, Canal 13, y el diario Tiempo Argentino, donde participó de su fundación como jefa del Equipo de Investigación– enfrentará a partir de esta semana el desafío de defender al público, a las audiencias de los medios de comunicación audiovisuales, y contactarse con ellos desde otro lugar, la función pública. Ottaviano, repartida entre una agenda intensa en los primeros pasos de la Defensoría, dialogó con Tiempo y analizó: “Es un cambio interesantísimo, un gran desafío. Es como si me hubieran dicho: ‘¿viste todo eso que vos estabas diciendo?’ Bueno, ahora hacelo.’ Cuando la bisagra de la historia te convoca hay que decir presente, independientemente de la historia personal que estés atravesando, hay que estar ahí. Soy una trabajadora, la primera generación universitaria de mi familia, tengo dos hijos y llevo la función pública con la convicción de dejarles a ellos una sociedad mejor. La misma convicción que tenía cuando desarrollaba la tarea profesional como periodista”, enfatizó. Sobre la Ley 26.522, normativa que permitió la creación de la Defensoría, remarcó: “Es importante reforzar siempre que se trata de la radio y la televisión. Aquí la gráfica no tiene nada que ver. No hay que tenerle miedo a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sino todo lo contrario. Esta ley no viene a callar ninguna de las voces existentes, sino a multiplicarlas y a empoderar fuertemente a la ciudadanía en este paradigma de la comunicación como un derecho humano, que merece ser difundido. Porque nadie puede defender aquello que no conoce. Entonces (desde la Defensoría) iniciamos una tarea muy fuerte de difusión de derechos en todo el país para que puedan ejercerlo.”
