Lago Escondido, día 4.
La justicia intercepta al ejecutivo provincial mientras continúan las manifestaciones en El Foyel, y la cordillera se mueve hacia la orilla del lago Escondido.
La mañana de este martes se presentó un recurso de refugio en el Juzgado No. 3 de la ciudad de San Carlos Bariloche para custodiar la integridad física de los participantes de la columna montañosa durante el 7 de marzo por la Soberanía del Lago Escondido, ante los registros de acoso que se encuentran conocimiento público. Juez Mariano A. Castro decidió instar al Poder Ejecutivo Rionegrino a arbitrar las medidas necesarias para salvar la vida de los manifestantes.
La solicitud se basa en el hecho de que, las disposiciones de quienes recorren el largo camino se calcularon sobre la base de la vuelta por la pista pública de Tacuifi, que se ve obstaculizada por el guardia de seguridad de Joe Lewis y Nicolas Van Ditmar, su mano derecha, que pone en la integridad física de los montañeros en riesgo.
Julio Urien, jefe de F.I.P.C.A, recordó que el Tribunal Supremo falló hace años que las vías públicas para acceder al lago deben ser habilitadas. Por otro lado, la columna montañosa «Juana Azurduy» informó, a las 17:00 horas, a través de comunicación satelital, que llegó a la costa oeste del lago Escondido.
Ambas noticias generan gran expectativa ya que, aunque el magistrado no se expidió sobre la cuestión de fondo, comprende la gravedad de la situación: los montañistas podían encontrarse obstaculizados de regresar a El Foyel por el camino público del Tacuifí.
Que la cordillera haya llegado a una de las costas del Lago Escondido les deja a un paso de cumplir su objetivo: ejercer la soberanía y ejercer sus derechos. Cabe señalar que, tras comunicarse con los dirigentes del cruce, Sergio Cuestas y Alejandro Mayer, se dio a conocer que un grupo de hombres a caballo los seguía y observaba de manera intimidante.
Ahora es el turno de la Provincia de Río Negro para ejercer la soberanía.
