La segunda desmitificación apuntó al abastecimiento del agua, a lo que se respondió: “En Neuquén se utilizará el 0,1% del caudal de los ríos (en la estimulación hidráulica) frente al 5% utilizado en riego y consumo humano. El 95% restante desagua en el mar”. Respecto del uso de químicos peligrosos, YPF y Chevron adujeron que en el país “se utilizan sólo de 3 a 12 aditivos en muy bajas concentraciones”.
En relación con la prohibición del fracking, señalaron que solo lo está en Francia y Bulgaria.
Además, las firmas aseguraron que Chevron ingresará dólares desde el exterior; que los precios del crudo extraído serán los vigentes en cada momento sin garantías por parte de YPF; que el acuerdo contempla la cesión del 50% del 3,3% de la superficie que tiene YPF en Vaca Muerta y que YPF será el operador; que Chevron corre con el riesgo de su inversión; que Chevron no tendrá ganancias extraordinarias sino que las utilidades recién se verán en el noveno año; que el acuerdo entre YPF y Chevron no se rige por la ley de Francia; que YPF no depositará ningún adelanto como garantía de futuras ganancias para Chevron; que el acuerdo no implica ninguna cesión de soberanía; que el acuerdo no contiene cláusulas secretas y, por último, que YPF es una empresa estatal: YPF opera como una sociedad anónima.
