Macri, las obras relegadas y el presupuesto porteño: números que hacen agua

Fue claro, conciso y sin preámbulos. “Hay que entender que con más estatismo tenemos menos Estado”. Las palabras vertidas el último martes por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, resuenan a aquella frase de Roberto Dromi, el otrora ministro de Obras y Servicios durante la primera presidencia de Carlos Menem, que marcó el inicio de las privatizaciones en la década del noventa: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”. Veinte años después, el aspirante a presidente por el Pro dice lo mismo con otras palabras. Y encima, en un contexto que no le juega a su favor, a menos de una semana del trágico temporal que dejó en su distrito seis muertos y barrios enteros bajo el agua.

Pero él es un “ser humano” que tiene familia y “necesita descansar”. Así justificó su ausencia durante el primer día de inundaciones. Estaba en Brasil, en las playas de Trancoso, junto a su mujer, Juliana Awada, y su pequeña hija, Antonia, cuando un llamado de María Eugenia Vidal lo alertó para que volviera. En su primera conferencia de prensa no sorprendió y volvió a sacar su recurso de victimización. “No me parece nada bien que dirigentes del gobierno nacional se pongan a hacer politiquería cuando han sido responsables de que la obra no se haga”, señaló en referencia al entubamiento de los arroyos Medrano y Vega, para los que el Ejecutivo nacional no firmó los avales que le hubieran permitido acceder a un crédito internacional.

Sin embargo, las decisiones que toma el Pro en materia presupuestaria parecen tener otras prioridades. Según un informe realizado por el centro de estudios ASAP sobre ejecución presupuestaria del Gobierno de la Ciudad, al que accedió Veintitrés, en el último cuatrimestre de 2012 el ingeniero Macri ejecutó para la unidad de proyecto especial arroyo Maldonado 170,6 millones de pesos de los 230,3 millones que tenía acordados (74,1 por ciento).

Del mismo modo, para el desarrollo de infraestructura de la red pluvial ejecutó un 23,7 por ciento (11,9 millones de un total de 50,3 millones). En obras de infraestructura urbana también escatimó los fondos: de 107 millones de pesos ejecutó apenas un 4,8 por ciento (5,5 millones). En materia de viviendas hay un claro contraste en lo que se destina, por ejemplo, al mantenimiento de barrios como Puerto Madero y las villas de emergencia, aunque en ambos casos hay un buen nivel de ejecución. En cuanto a Puerto Madero, se destinó el 100 por ciento del presupuesto (13,9 millones de pesos); en el mejoramiento de villas se ejecutó un 94,3 por ciento, pero de un presupuesto menor: 4,3 millones de pesos, una tercera parte de lo destinado al anterior.

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