El momento tenía destino épico, ya que Lionel Messi iba a romper otro récord histórico. Pero en un abrir y cerrar de ojos la escena pasó de la enardecida felicidad por la cercanía de otro gol, a la preocupación y el silencio absoluto en el estadio Camp Nou. El crack chocó con el arquero Artur, de Benfica en un juego válido a la Champions League y debió ser retirado en camilla. En un comienzo se temió lo peor, incluso el delantero de Barcelona lo vio así: “Pensé que era la última pelota que tocaría en mucho tiempo”.
Messi se asustó en el momento del choque con el arquero de Benfica.
La Pulga admitió que pensó “en lo peor por el dolor” que sintió en la rodilla izquierda, y que aún lesionado le pegó a la pelota porque creyó que era “la última que iba a tocar en mucho tiempo”.
Messi reconoció que aún no sabe si jugará el domingo ante Betis. Aunque aseguró que no significa una “obsesión”, dejó en claro que intentará en los partidos que juegue por estos días alcanzar el récord de 85 goles en una temporada que ostenta el alemán Gerd Müller desde 1972, para lo cual le falta apenas un tanto y le quedan dos o tres juegos en el horizonte (dependiendo si puede estar el domingo en el Benito Villamarín).
Como consecuencia de la dolencia, hoy trabajó en el gimnasio tras comprobarse en una resonancia magnética que no había lesión muscular, ósea ni de cartílago y que se trataba de una contusión de la cara externa de la rodilla izquierda. Recién el sábado volverá a entrenar y luego definirán el entrenador Francesc Tito Vilanova y el médico Ricard Pruna si viaja o no a Sevilla.
Messi se lesionó a los 41 minutos del segundo tiempo tras chocar con Artur en el último partido de la fase de grupos de la Liga de Camepones, e inmediatamente pateó pese a que ya estaba lesionado.
“Pensé en lo peor por el dolor. Pensé que era la última pelota que tocaría en mucho tiempo y por eso decidí pegarle al balón“, sostuvo Messi al hablar tras el entrenamiento Culé.
No obstante, el futbolista dejó en claro que tiene en mente romper el record de Müller. “Como digo siempre, para mí no es una obsesión el récord. Escuché a los compañeros diciendo que me iban a ayudar y todos los goles son con la ayuda de ellos. No estoy preocupado. Sería muy lindo porque queda ahí y por la estadística. Ojalá dure si lo hago mucho tiempo como duró el de Müller pero no es algo que me preocupe. Si llega bien, si no no pasa nada. Pero estamos cerca y lo vamos a intentar“, afirmó Messi.
Desde los 41 minutos del segundo tiempo, cuando se produjo el choque con Artur y el mundo vio el gesto de dolor de Messi y cómo fue llevado en camilla, la comunidad del Barca tembló.
Antes de finalizar, Messi agradeció “todos los mensajes y llamadas” y “las muestras de cariño de toda la gente de Barcelona”. “Sabía esto, pero vivir y sentir este cariño me pone muy feliz”, agregó.
