POR
CARLOS MARIN
No hay una salida formal de la Asociación Bancaria de la CGT de Moyano. Sergio Palazzo, su secretario general, marcó diferencias hacia adentro. Y la primera de ellas trató sobre cómo se está conduciendo Moyano: “Nosotros no estamos para criticar sistemáticamente al gobierno sino para reivindicar los derechos de los trabajadores. No podemos integrar un espacio así”.
La Bancaria era uno de los gremios más grandes dentro de la CGT de Moyano. Con la salida de Zanola, la Asociación Bancaria adoptó otro rostro, lejos de los gremios “Gordos”. Hubo un cambio que se tradujo, por ejemplo, en la creación de la Secretaría de Derechos Humanos.
La Bancaria le daba al moyanismo una envergadura importante con base en los sectores medios. Ahora, su retirada no será crucial, pero en términos de estructura sindical Moyano queda débil.
Si bien es cierto que el sindicalismo no es sólo un actor gremial, hoy el moyanismo está más dominado por lo político para erigirse como actor frente al gobierno. Y con eso pierde capital simbólico hacia adentro del gremialismo.
