Facundo Molares Schoenfeld nació en 1975, hijo de un militante sindical del Hospital Ciudadela. Se crió en José C. Paz y a comienzos de los 90 se instaló en la Patagonia. En esos años comenzó su militancia contra las políticas del menemismo.

De vuelta en Buenos Aires, recibido como técnico forestal, se instaló en la villa 1-11-14. Se movilizó el 19 y 10 de diciembre de 2001. Poco más tarde, salió a recorrer América Latina, inspirado por la figura del Che Guevara. Pasó por Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador antes de llegar a Colombia.

Allí, en 2003 se integró a la Columna Teófilo Forero en el pueblo de Los Pozos. Por entonces tomó el nombre de Camilo Fierro. Crítico del acuerdo de paz, se fue en 2018. “Dejé el campamento a la luz del día, me despedí de mis compañeros de 15 años. Sentí tristeza por el pueblo colombiano, porque su sufrimiento no terminó y se merece una vida mejor”, declaró más tarde a Tiempo Argentino.

Molares Schoenfeld estuvo preso más de un año en Bolivia. 

Molares Schoenfeld regresó a la Argentina y se dedicó a la comunicación popular. En 2019 viajó a Bolivia para cubrir el golpe contra el presidente Evo Morales. Recibió tres disparos en Montero, durante una represión. Estuvo 23 días en coma inducido. Quedó con secuelas: problemas cardíacos y la pérdida casi por completo de la visión del ojo derecho.

Su odisea en Bolivia no terminó ahí. Lo tuvieron detenido 13 meses, acusado de terrorista. Pudo volver a la Argentina a fines de 2020. En el medio, enfermó dos veces de coronavirus.

En noviembre de 2021 fue detenido en la Patagonia y trasladado al penal de Ezeiza, para afrontar el juicio de extradición a Colombia. Fue liberado en mayo de 2022, después de que la Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia rechazara un pedido de extradición. Tras su liberación volvió a dedicarse al periodismo.