El reconocido laboralista y diputado del Frente para la Victoria (FPV), Héctor Recalde, defendió el proyecto para investigar los vínculos entre las empresas y la dictadura. Señaló que los críticos “son los mismos de las corridas cambiarias y de los precios irracionales”.
Según consignó Tiempo Argentino, esta semana en Mar del Plata, adelantó, habrá un congreso paralelo al Coloquio de IDEA para “proponer otra línea de pensamiento”.
–Las empresas condenan el proyecto de ley para investigar el rol de las privadas durante la dictadura. El titular de la Sociedad Rural (SRA), Luis Etchevehere (ver nota aparte), lo definió como “inconstitucional” en coincidencia con la UIA, AEA e IDEA. Todo indica que la resistencia de las cámaras va a ser dura en el Senado. ¿Le preocupa?
-No. ¿Etchevehere no explicó por qué la SRA de Junín les prestó a los militares un predio en el que después funcionó un centro clandestino de detención? La realidad es que contamos con aportes de trabajadores de empresas como la Ford o Mercedes Benz. Son testimonios que sirven para reconstruir esos hechos. (El director del diario La Nueva Provincia) Vicente Massot fue desprocesado insólitamente porque la falta de mérito no impide la continuidad de la causa. Para desvincularse dice que en su momento era muy joven pero a Página/12 le dijo que en esa época no era un nene de pecho. Hay actas de directorio que lo incriminan, pruebas para que lo vuelvan a procesar.
–A propósito del procesamiento, las firmas remarcan que las investigaciones no le corresponden al Congreso sino a la justicia. ¿Cuál es la realidad?
-Como legisladores no juzgamos: investigamos. El Parlamento tiene facultades investigativas y cito a personas insospechadas de populismo, como el constitucionalista Gregorio Badeni, que teorizó sobre el tema. Pasó en gran Bretaña y en Estados Unidos. En nuestro país, el Parlamento investigó en el marco del escándalo por el pacto Roca Runciman. Además, muchos de los que cuestionan fueron a declarar ante la bicameral del caso de las cuentas clandestinas del HSBC. No hay argumentos. El colegio de abogados es privado, está integrado incluso por abogados de grandes empresas. Uno de sus integrantes, incluso, fue secretario de Justicia durante la dictadura, Roberto Durrieu. Están “al servicio de”.
–En los hechos, si hay necesidad de una investigación legislativa es porque hay un descontento con el rol de la Justicia…
–Sí. Hay jueces que trabajan y otros que son muy lentos en las causas de lesa humanidad. Por lo tanto la participación ciudadana, como decía (Juan Domingo) Perón, es buena. Hay que subrayar que en Diputados hubo 14 abstenciones a la Bicameral pero ni un solo voto en contra. Si fuera cierto lo que dicen la UIA, AEA e IDEA, algún voto en contra tendrían que haber tenido, ¿no? Hoy está este clamor para que no sancionen la ley.
–¿Cuáles van a ser las funciones concretas de la comisión?
–Recoger testimonios, citar a representantes de empresas, personas que vivenciaron y pueden ser testigos. Por ejemplo, un caso es el de la Noche de las Corbatas (hecho en el que la dictadura desapareció a un grupo de abogados) puede dar lugar a juicios colectivos. Eran abogados de sindicatos que tenían juicios importantes contra empresas con fuertes intereses económicos, solapados, ilegales.
–La repercusión negativa fue mayor entre las grandes empresas. ¿Recibió comentarios de las pymes?
–Las pymes recibieron muy bien la iniciativa. Incluso varios de los referentes del sector lo manifestaron públicamente. Yo me reuní con las pequeñas empresas. Además formo parte de foros sectoriales desde la discusión por los Precios Cuidados contra los abusos.
–Las grandes empresas anticiparon que el lobby contra la Bicameral empieza la semana que viene en el Coloquio de Idea al que este año asistirán los candidatos presidenciales. ¿Cómo piensan contrarrestar esa presión?
–Vamos a estar en Mar del Plata desarrollando un evento paralelo. La Convergencia Económica y Social para la Argentina va a estar presente para mostrar un pensamiento alternativo a IDEA. No sabemos si en el Hotel Provincial o en el Hermitage. Vamos a confrontar con IDEA, a mostrar un pensamiento. Ellos buscan el ajuste, son responsables de la corrida que inició el ex titular de la Shell que ahora está en el PRO (por Juan José Aranguren). Están detrás de los aumentos irracionales de los precios del año pasado. Buscan desestabilizar. La actividad de los negociadores en el país transcurre en una nebulosa. En otros países hay registros de lobistas.
–¿Por qué no hay una ley de lobby en el país? ¿Sería conveniente?
–No tenemos una norma que regle estas actividades pero sería un buen debate a dar para evitar el problema de las coimas a legisladores. Yo sufrí un intento de soborno e hice lo que tenía que hacer: recolectar pruebas. Hoy hay una condena y el principal condenado está prófugo.
–Me imagino que más de una vez le han pedido audiencias. ¿Cómo son esos encuentros?
–Muchas veces he recibido pedidos de participación de entidades. Propuse que se cree una comisión de participación de técnicos de la Unión Industrial, la Cámara de Comercio y algunas pequeñas empresas. Muchas veces recibí a empresas por conflictos sindicales. He participado mucho y me han invitado cámaras como (la cámara de comercio argentino estadounidense) Amcham, y otras binacionales donde he dado charlas. Es una actividad que se puede hacer a puertas abiertas. La palabra lobby suena medio siniestra, connota intenciones ocultas pero son pautas culturales de la sociedad. Suena a “lobby feroz”. En principio, yo no me niego al debate.
–¿Cómo proceden los operadores privados en el Congreso?
–En este caso van a estar los que ya han declarado públicamente: la UIA, la Cámara de Comercio, el Colegio de Abogados, la AEA. Normalmente piden la reunión y puede venir el presidente de la cámara o un técnico. En la instancia política yo hablo sólo con el presidente.
