Sergio Massa, el opositor que lleva en su lista candidatos del PRO

El intendente de Tigre, Sergio Massa, sorprendió a propios y extraños cuando anunció su candidatura a diputado nacional por la oposición. Desde que formó el Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires, se transformó en el centro de las críticas de kirchneristas y antikirchneristas.

Sergio Massa, un dirigente polémico
Sergio Massa, un dirigente polémico

El candidato nació en la localidad bonaerense de San Martín en el año 1972. allí, cursó sus estudios secundarios y dio sus primeros pasos en la militancia: primero, en la conservadora Unión del Centro Democrático (UCeDe) de Álvaro Alsogaray y luego en el Partido Justicialista que comandaba en el distrito Graciela Camaño, la esposa de Luis Barrionuevo. Comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Belgrano, aunque nunca terminó la carrera. Recién ahora, de cara a la campaña, se puso a rendir los últimos finales.

Ex director ejecutivo de la ANSES entre 2002 y 2007, Massa llegó ese año a la intendencia de Tigre con la boleta del Frente para la Victoria. De hecho, dos días después de su triunfo y, en importantes tramos de la campaña, apareció en actos junto a Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Entre el 23 de julio de 2008 y el 7 de julio de 2009, dejó interinamente la jefatura comunal y asumió como Jefe de Gabinete de ministros.

En las elecciones parlamentarias de 2009, volvió a ser candidato del FpV, esta vez a diputado nacional. No asumió su banca y permaneció al frente de la intendencia, desde donde tejió alianzas con otros jefes comunales que coinciden con su ideario político.

Massa le dijo a la embajadora de Estados Unidos que Kirchner era “un perverso” y “un psicópata”

Así describe el periodista Roberto Caballero a la lista del Frente Renovador: “Darío Giustozzi es un intendente aislado en Almirante Brown que acompaña al tigrense más por destrato del FPV que por convicción. José Ignacio de Mendiguren arrastra menos votos kirchneristas que Alfredo de Angelis. Es improbable que la periodista de Clarín, Mirta Tundis, tenga la capacidad de traducir rating en apoyo electoral. Más bien parece estar allí para garantizar la alianza propagandística con Héctor Magnetto. Jorge Macri y Gladys González –la cajera de Horacio Rodríguez Larreta– no encajan tampoco en el kirchnerismo arrepentido que apostaría por una etapa superadora. Héctor Daer, de la CGT de Antonio Caló, no mueve el amperímetro en ningún sentido. Y Felipe Solá, bueno, es Felipe Solá, un hombre astuto para asegurarse siempre una banca –ayer con De Narváez y Macri, hoy con Massa y Clarín–, que transita la escena política con una hibridez plausible, y personalmente efectiva. El supuesto progresismo lo expresa Adrián Pérez, el ex “lilito”. En síntesis, el reclutamiento de Massa no exhibe figuras rutilantes que prueben la crisis en el espacio kirchnerista, del modo que la describen cotidianamente en sus columnas Joaquín Morales Solá, Julio Blanck o Carlos Pagni. ¿Dónde hay ministros, gobernadores y espadas oficialistas que se hayan pasado de bando? El huracán Massa es apenas un silbido en la oscuridad de la noche del antikirchnerismo desahuciado”.

Para los antikirchneristas, Massa es un “kirchnerista tapado” que, tras las elecciones, volverá a las filas del oficialismo. Los kirchneristas recuerdan, en cambio, las declaraciones de Massa a la entonces embajadora de Estados Unidos, Vilma Socorro Martínez. En la nota de Roberto Caballero se narra una cena con empresarios en 2010. Allí Massa le dijo a la diplomática que Kirchner era “un psicópata”, “un cobarde” y “un perverso”. Además, vaticinó que el ciclo kirchnerista estaba concluido y que no había forma de que ganara las elecciones presidenciales de 2011. El candidato que iba a ser electo presidente era, para la visión de Massa, Carlos Reutemann. Todo un visionario.

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