La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (Dgrss), presentó tres denuncias penales en la justicia federal por trata laboral, tras haber realizado operativos en establecimientos sospechados en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chaco durante noviembre.
La AFIP, conducida por Carlos Castagneto, relevó un total de 235 trabajadores en nueve firmas distintas dedicadas a diferentes rubros como el cultivo de papa, producción de leche, cría de animales y desmonte y producción de carbón.
Como resultado de las irregularidades detectadas en los operativos, presentaron tres denuncias penales en la justicia federal.
En la localidad bonaerense de Dolores, la AFIP encontró a un grupo de empleados en la producción de papa que vivían en trailers precarios sin sanitarios ni gas y tenían a su cargo tanto el costo de las garrafas como el hielo que debían utilizar para refrigerar alimentos, precisaron en el comunicado.
Los trabajadores desconocían hasta el momento de la cosecha el monto que cobrarían por su salario, sus jornadas laborales duraban 15 horas diarias y tenían impedido salir del campo. Además, los víveres debían adquirirlos a precios «abusivos» a un familiar del dueño.
En tanto, en Bahía Blanca el organismo constató en un predio un grupo de 10 empleados que eran obligados a dormir hacinados en un micro escolar al que le habían retirado los asientos para poner, en su lugar, camas precarias.
Además, no tenían sanitarios ni ducha y debían higienizarse en una lona con un pallet ubicado en las inmediaciones del colectivo.
Habían sido contratados junto a otros 16 trabajadores que también vivían en dos vehículos «acondicionados» para tal fin para la construcción y tareas varias.
A su vez, declararon cobrar entre $3.500 y $9.000 por día, pero, al momento de la inspección, aún no habían percibido ninguna suma, agregaron.
Por su parte, en Chaco el organismo relevó un establecimiento en donde se producía carbón vegetal sin elementos de seguridad alguno.
Los empleados trabajaban de lunes a sábados y durante ese lapso vivían en campamentos precarios sin electricidad ni mecanismos para aislar el calor o evitar el ingreso de insectos. Y debían bañarse mediante baldes con agua y durante la noche debían prender fuego para poder iluminar el predio.
Allí, las jornadas laborales eran extensas y cobraban por ellas $40.000 por mes.
Sin embargo, el dueño descontaba los días de lluvia y $10.000 por semana en concepto de los víveres que les llevaban al campamento al momento de abonarles el sueldo, sostuvieron.
Por otro lado, en Santa Fe la AFIP denunció al contribuyente dueño de un campo en donde, en una construcción precaria, vivía una familia de tres personas que se encargaba de alimentar animales y cuidar el predio. La situación «sería compatible con la trata de personas con fines de explotación laboral y/o reducción a la servidumbre», señalaron desde el organismo.
«Uno de los empleados tiene 16 años, declaró trabajar allí desde los 11 y cobrar $10.000 por mes, mientras que su padre percibe entre $30.000 y $40.000 y la madre directamente no percibe ninguna remuneración. No pueden salir del predio sin autorización del patrón, que no siempre se las concede. Tampoco tienen agua para consumo humano», concluyeron sobre las denuncias.
Estas investigaciones tienen como objetivo principal «la identificación, análisis y seguimiento de determinados indicadores de alerta», añadieron.
En este sentido, buscan detectar de forma «temprana» situaciones de explotación y/o trata, trabajo que se realiza de forma articulada con distintos organismos del Estado Nacional, jurisdicciones provinciales y la Justicia Federal.
Para denuncias por trabajo ilegal, la línea disponible es: (0800-999-DENU (3368) (Opción 3). Es gratuita y anónima, funciona los 365 días del año las 24 horas del día. También es posible contactarse a través del correo: tratalaboral@afip.gob.ar.
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