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“Cuando recordemos a nuestros patriotas hagamos un homenaje a todos los argentinos”, afirmó la Presidenta

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Cristina Fernández encabezó en San Miguel de Tucumán el acto conmemoratorio del 195º aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional. En la histórica Casa de Tucumán descubrió un acta de la independencia redactada en castellano y en aymará. Durante el acto, la jefa de Estado afirmó que la Argentina de hoy «lucha por la segunda independencia, por una economía que permita tener autodeterminación y que las decisiones del país se tomen en nuestro país».

La Presidenta de la Nación fue recibida por el gobernador tucumano José Alperovich y el intendente de la ciudad de Alderetes, Julio Silman, con quienes se trasladó al museo «Casa Histórica de la Independencia», donde hace 195 años se declaró la independencia argentina, el 9 de julio de 1816. Luego, junto, al intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, y la directora del Museo, Patricia Fernández Murga, la Presidenta descubrió un manuscrito original con el texto del «Acta de la Independencia de las Provincias Unidas en Sud America» en lenguas aymara y castellano, que permanecerán en exposición en el lugar.

Desde allí se dirigió hasta el Salón de la Jura de la Independencia donde se inició el acto conmemorativo de la Independencia. A continuación, la Presidenta se trasladó hasta el hipódromo de esa ciudad, donde se realizó un acto en el que brindaron discursos el gobernador Alperovich y la primera mandataria.

En un mensaje transmitido por cadena nacional, Cristina Fernández rindió homenaje «a nuestros próceres» de 1816, y destacó que fueron esos hombres los que «se animaron a declarar la Independencia», mostrando la «voluntad de cambio» de todo un pueblo. En ese sentido, afirmó que la Argentina de hoy «lucha por la segunda independencia, por una economía que permita tener autodeterminación y que las decisiones de un país se tomen en nuestro país».

“Había un rasgo distintivo en todos los patriotas, no solo la convicción y las ideas, sino la voluntad de cambio”. Al respecto, resaltó  la figura del ex presidente Néstor Kirchner, de quien dijo que «plantó la bandera de la rebeldía y la irreverencia contra el establishment que no permitía el desarrollo de Argentina». Néstor Kirchner «encaró la lucha por reconstruir una economía devastada»,  aseguró, al tiempo que enfatizó: “No he conocido a nadie con más voluntad y con una fuerza a la que su cuerpo le quedó chico, para dar todo lo que tenía por el país”.

“Por eso es bueno recordar a Néstor Kirchner, que se animó en donde otros decían que era imposible hacerlo, él supo que otro país era posible como lo supieron esos hombre que construyeron nuestra historia en condiciones difíciles”, remarcó. “Se animó a tener una política económica de industrialización, a la educación, a decirle a los poderes internacionales que la Argentina iba a hacer honor a su deuda, pero no a costa del hambre y la miseria. Pero también se animó la voluntad de millones de argentinos que volvieron a creer que el país que alguna vez habían tenido era posible y apoyaron este proyecto”, aseveró la Presidenta.

También,  afirmó que “hoy millones de jóvenes se incorporan a la política; algunos que no entienden y nunca entenderán se asustan y quieren comparar este momento con otros y yo les digo que este es inédito” porque  “estos jóvenes no vienen con las manos cargadas de piedras sino con ilusiones, como no estar orgullosa de verlos cantar el himno con alegría, pintar banderas, de ver como miles se incorporan al primer trabajo, a nuestros alumnos llevar sus computadoras para que la vean sus padres que muchas veces no pueden comprarles”.

Durante el acto, la jefa de Estado subrayó: “No me siento protagonista de esta historia, soy un instrumento para que estas transformaciones se institucionalicen, para que no tengamos que depender del humor de tal o cual gobernante y que tengamos políticas estado».

“Aquí en Tucumán hace exactamente  dos años, en el momento político más difícil, en el que supimos reconstruir desde el propio esfuerzo y trabajo lo que muchos creían acabado, lancé el diálogo político para poner la política por sobre las corporaciones”, afirmó Cristina Fernández.

Y agregó: “Nosotros le decimos que jamás vamos a entregar nuestra ideas, nuestra historia y nuestras convicciones, no vinimos para eso”. Entonces resaltó la política del interés común antes que el corporativo: “La historia nos ha enseñado que cuando alguien pretende comerse toda la torta lo único que hace es indigestarse”

La Presidenta marcó como gran objetivo “la redistribución del ingreso para que pueda llegar a todos”, al tiempo que destacó la participación política y el diálogo: “Algunos creyeron que esa convocatoria política era un ejercicio más y este próximo 14 agosto los argentinos van a poder votar a los candidatos que mas les guste para representarlos”, afirmó.

Sostuvo que en la Argentina de hoy «no deciden más las burocracias políticas, sino los argentinos». En ese sentido, destacó que las internas abiertas del próximo 14 de agosto «significan un hecho histórico, porque por primera vez los argentinos podrán elegir los candidatos que más le gusten en cada partido».

Finalmente, la Presidenta exhortó a que “en el 9 de julio, cuando recordamos a nuestros patriotas, hagamos un homenaje a todos los argentinos: Tenemos patria, festejemos”.

La mandataria estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, ministros y secretarios del Poder Ejecutivo nacional y provincial, legisladores nacionales y provinciales; los gobernadores de Salta, San Juan, Entre Ríos, Jujuy; representantes de organismos de derechos humanos e invitados especiales.

Los festejos por el Día de la Independencia argentina comenzaron en la medianoche, cuando, por cadena nacional, el Chaqueño Palavecino entonó el Himno Nacional, acompañado por la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», frente a la Casa de Tucumán.

Acta en aymará y castellano

Luego de declarar la independencia, el Soberano Congreso tomó diversas medidas con el objetivo de difundir el texto del acta y de organizar que tanto el ejército, como los funcionarios y los pueblos juren por ella.

Para eso, por nota del 26 de julio de 1816, el Congreso solicitó al entonces Director Supremo de las Provincias Unidas, Juan Martín de Pueyrredón, que se remitieran a la ciudad de San Miguel de Tucumán, 3 mil ejemplares impresos con el texto de la declaración.

El pedido fue cambiado días después. El 29 se envió a Pueyrredón otra nota en la que se solicitó que, en lugar de las 3 mil, se remitieran 1.500 actas en castellano; 1.000 en quechua y 500 en aymará «para que en los naturales del interior tuviera el efecto de reavivar sus esfuerzos repetidos, si vertida a su idioma natural gira entre ellos impresa y en abundantes copias», decía la comunicación original.

Los documentos se hicieron bilingües: en castellano y aymará; y en castellano y quechua.

De esta manera los pueblos originarios integrantes del nuevo país independiente tuvieron conocimiento en sus lenguas de lo resuelto en el histórico Congreso de Tucumán.

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