Caló con Capitanich por Emfer y Tatsa

 

Caló con Capitanich por Emfer y Tatsa

El secretario general de la UOM y la CGT oficialista, Antonio Caló, se reunió con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para abordar la problemática de las empresas Emfer y Tatsa, al borde del cierre. Analizaron una posible estatización de las plantas.

El líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló acompañado por una docena de delegados de las empresas en cuestión, se reunió en la Casa Rosada a primera hora de la tarde del viernes para abordar la problemática junto al jefe de ministros, funcionarios de los ministerios de Trabajo e Interior y representantes de la empresa.

El eje de la charla giró en el conflicto de trabajadores metalúrgicos por las empresas Emfer y Tatsa, que se encuentran al borde del cierre. Las plantas de reparación de trenes y colectivos del grupo Cirigliano producen sólo al 5% de su capacidad y los trabajadores reclaman la reestatización ante el peligro de que cierren sus puertas y se queden sin sus empleos.

“Se llevó al Gobierno el pedido de reestatización de la empresa porque ya no hay margen de negociación con los Cirigliano. Dijeron que van a estudiar el tema para ver a que solución se puede llegar”, informó un trabajador de Emfer, quien además precisó que las partes quedaron en volver a reunirse el próximo martes en la Rosada.

La situación de parálisis en las plantas Emprendimientos Ferroviarios (Emfer) y Tecnología Avanzada en Transporte (Tatsa), ubicadas en el límite entre el municipio de San Martín y la Ciudad de Buenos Aires, generó un fuerte conflicto con los empleados, quienes desde hace meses vienen realizando protestas con extensos cortes de la Avenida General Paz, a pocos metros del predio donde trabajan.

Sucede que 422 trabajadores esperan que se les asignen tareas, mientras -denuncian- avanza un vaciamiento en la fábrica, que semanas atrás comenzó a retirar los dispensers de agua de algunas oficinas. Los empresarios Mario y Claudio Cirigliano, quienes tenían la concesión de la línea Sarmiento y quedaron procesados como responsables por las 51 muertes en la tragedia ferroviaria de Once, se encargaban también a través de Emfer y Tatsa de la reparación y fabricación de trenes de las líneas que ellos operaban.

Esto se mantuvo así hasta que produjo el trágico siniestro y el Estado les quitó las concesiones al Grupo Cirigliano, además de disminuir los pedidos de reparaciones a las fábricas lo que, sumada la compra de nuevos trenes a China por parte del Ministerio de Interior y Trabajo, fue llevando a ambas plantas a un punto de parálisis.

El último pedido grande que tuvieron los operarios fue la fabricación y reparación de 67 coches entre noviembre de 2012 y febrero del año pasado y desde entonces los encargos disminuyeron drásticamente.

Ante el posible cierre de la fábrica, los trabajadores ven como única salida la reestatización, ya que consideran que están las maquinarias y la capacidad para producir y reparar en el país los mismos trenes que se compran a China.

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