El momento más amargo

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Los hinchas de Boca entregaron una gratitud merecida a sus jugadores por esta campaña, cuando quedó prácticamente frustrado el primero de los logros que se había propuesto a principios de la temporada en estos tres campeonatos que lo tienen en una situación de alta expectativa. Ese fue el único momento grato para los jugadores de Boca, cuando faltando tan pocos minutos el público le entregó ese calor de las tribunas que venía, de alguna manera, a fortalecer espiritualmente a Boca. Pero todo lo que produjo la explosión positiva del sentido xeneize había sido muy duro para el equipo conducido por Riquelme.

Pocas veces Boca afrontó en los últimos años un partido en el que fuera tan claramente superado en el mano a mano, en lo colectivo, en la disposición en la cancha, y hasta en la certeza que tenía cada uno de los participantes. Porque desde el primer instante se vio que Arsenal estaba muy fuerte anímicamente, y que Boca parecía un equipo estresado, consecuencia segura del intenso trajín al que ha sido sometido el plantel, e indiferente frente a las andanadas de fútbol que Arsenal le estaba propinando desde el primer instante.