Las Cooperativas de Trabajo discutieron su rol en la economía nacional

 emblemático hotel Bauen, de la Ciudad de Buenos Aires, se presentaron las problemáticas más urgentes y las potencialidades que tienen las empresas de trabajo asociado en el contexto actual. Fue en un encuentro convocado por entidades asociadas a Cooperar en el marco del CAC 2012.

(COOPERAR).- El presidente, Ariel Guarco; el tesorero, José Orbaiceta; y el consejero de Cooperar Federico Tonarelli abrieron la jornada preparatoria del Congreso Argentino de las Cooperativas, que se desarrolló el miércoles en el hotel Bauen, con eje en la gestión empresarial, condiciones de trabajo, capitalización, previsión social y situación jurídica de empresas recuperadas, entre otros puntos.

“Nuestro sector, el de la economía social y solidaria, está para tratar de construir un país mejor, contribuir a que crezcamos y nos desarrollemos con equidad, con inclusión y que todos formemos parte de una sociedad más justa y más equitativa”, definió Guarco tras invitar a los diferentes sectores productivos del cooperativismo a trabajar con miras a las propuestas definitivas que saldrán del evento final del CAC, el 6 y 7 de septiembre en Rosario.
Durante la primera parte, se presentó la Cooperativa Cristal Avellaneda, cuyos trabajadores recuperaron la planta cuando fue cerrada y saqueada por sus viejos dueños, hace más de diez años. Junto con quienes los apoyaron en la reestructuración empresarial, de la mano del gobierno nacional y puntualmente del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, expusieron los resultados de esa gestión conjunta que ahora se transformó en un provechoso tándem entre el consejo de administración y los profesionales Antonio Bussi y Cora Pena.
A su lado, el presidente de la cooperativa, Osvaldo Donato, recordó que un 25 de mayo pudieron volver a la fábrica gracias a la resistencia de 300 trabajadores que acamparon en el portón de la fábrica. “Pasábamos frío y lluvia y ni sabíamos lo que era una cooperativa. Los primeros que se acercaron fueron el Gallego Garay y Nélida López, de Fecootra, a tratar de ayudarnos”.
La fábrica tiene 8 manzanas y cuando fue recuperada tenía una deuda de 9 millones de pesos con Metrogas, cuya amenaza de corte “era la sentencia de muerte”, señaló Bussi. Ahora están reinvirtiendo sus excedentes para triplicar la producción e insertarse en el mercado de provisión de frascos para la industria alimenticia. Además, se dan la oportunidad de capacitarse en informática y en oficios y de terminar los estudios primarios y secundarios.
Estas experiencia permitìo dar un rico debate sobre la alternativa de gerencias profesionalizadas y su relación con el consejo de administración. Tanto los expositores como los trabajadores de cooperativas que intervinieron desde el público plantearon los distintos derroteros que puede tener ese tipo de mecanismos. “Venimos de la olla popular pero necesitamos saber adónde vamos y a veces es necesario conocimiento específico, por eso tenemos que construir la empresa sin prejuicios”, afirmó Orbaiceta.
“No es neutral quién está en el gobierno”
El presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina definió a la cooperativa como “una empresa de construcción colectiva donde unos saben oficios y otros saben administrar y gestionar, y no por eso tiene que estar exenta la mística de los trabajadores que la pueden llevar adelante y darse una vida digna”.
Además de valorar positivamente el encuentro, Orbaiceta sugirió tomar como referencia a la Corporación Cooperativa Mondragón, del País Vasco, y pensar que en el contexto nacional “no es neutral quien está en el gobierno” para los cooperativistas de trabajo. “Tenemos que tener empresas en manos nuestras, que funcionen sin prejuicios y con las alianzas que sean necesarias para desarrollar al sector.”
En ese sentido, el vice-presidente de la Federación, Marcos Silveira, recordó que “hace muchos años el Estado solamente se acercaba con la Policía para reprimirnos y con los Bomberos para apagar las gomas. Hoy vemos otra realidad, demostramos que se puede ser cooperativista con el respaldo del Estado nacional, en el marco de la economía social y ante un capitalismo que fracasó”.
El presidente de Facta, Federico Tonarelli, abrió en nombre de los anfitriones la exposición acerca de los mecanismos por los cuales el hotel Bauen pasó de sus originales propietarios, “cómplices de la Dictadura cívico-militar”, a la firma que lo cerró en diciembre de 2001. “La historia nos da una revancha. Vivimos el neoliberalismo, la falta de compromiso patronal y hoy tenemos que invertir en la gente porque si este modelo se profundiza nosotros, como trabajadores que recuperamos las empresas del país, vamos a ser parte”, exclamó Marcelo Ruarte, referente y fundador de la cooperativa.
“Sin la integración la sustentabilidad es irrealizable”
Los cooperativistas de trabajo también hilaron fino sobre sus desafíos a la hora de gestionar. En esa dirección, el gerente de COOPERAR, César Basañes, planteó el debate acerca de la capitalización de las empresas de trabajo asociado y qué conflictos se pueden suscitar entre los iniciadores y el resto de los asociados. “A mayor retribución por el trabajo, mayor capital debe integrarse”, propuso.
En cuanto a las redes de integración productiva, la economista de Fecootra Laura Farcy disparó la discusión sobre si las empresas ven mejorado su modelo de gestión después de integrarse a las redes o es un pre-requisito para formar parte de aquellas.
En cualquier caso, el documento preparado por Farcy, Basañes y las investigadoras trabajadoras de cooperativas Silvina Kornitz, Tatiana Bordoli, Ayelén Pérez Penas y Rocío Rodríguez definió que “la intercooperación resulta necesaria frente a un sistema económico que busca la concentración del mercado en pocas y grandes empresas capitalistas; sin la integración del sector cooperativo, la sustentabilidad de cada empresa sería irrealizable”.
A la presentación del emblemático hotel Bauen, cuyo proyecto de ley de expropiación está circulando en comisiones de Diputados, se sumó por la tarde la realidad de otras recuperadas, como Unión Papelera Platense. Su exposición fue enmarcada en la disertación de las profesionales Eleonora Fesser, Gustavo Sosa sobre estrategias para la regularización patrimonial. “En general las expropiaciones no resolvieron el tema de la propiedad pero sirvieron para frenar desalojos”, concluyeron.
La abogada asesora del cooperativismo de trabajo Marcela Macellari celebró las conquistas alcanzadas en ese sentido pero interpuso a la nueva Ley de Quiebras, sancionada poco más de un año atrás, como una herramienta mucho más beneficiosa en los procesos de formación de cooperativas para reactivar empresas en crisis. También indicó la necesidad de que prospere una norma específica para todas las cooperativas de trabajo, para lo cual el sector tiene un ante-proyecto de ley elaborado en el marco de la Confederación Nacional de Cooperativas de trabajo (CNCT) y apoyado por Cooperar.
“Nosotros no somos los pobrecitos”
En relación con la seguridad social en las cooperativas de trabajo, Fesser y Valeria Mutuberría Lazarini acompañaron al presidente de Fecooaport, Alberto Rosa, quien relató cómo los trabajadores del Puerto marplatense lograron sanear su economía y fortalecerse económicamente a través de la organización, hasta el punto de conquistar la edad jubilatoria a los 52, como los trabajadores del rubro en relación de dependencia.
No obstante, indicó el titular de la entidad miembro de Cooperar y la CNCT, ni el Ministerio de Trabajo ni Anses ni Afip les indicaron aún cómo hacer efectivo el monto que les habría de corresponder para obtener una equiparación real. Aclaró, de cualquier forma, que van a seguir pidiendo salir de la categoría de monotributistas y aportar lo que corresponde, porque además tienen suficiente espalda para hacerlo.
“Nosotros no somos los pobrecitos. En el puerto nacimos para terminar con la explotación de los trabajadores y hoy somos empresas que vendemos servicios y salimos a la calle a ganar plata. Hasta ahora pagamos por nuestra jubilación lo que el Estado nos dijo. Primero fuimos autónomos, después monotributistas… ahora logramos bajar 13 años la edad jubilatoria. Yo me la banco por no haber ido a plantear esto antes, pero qué pasa con los más jóvenes. Nos hacemos cargo pero hacemos socio al Estado en la ignorancia de no haberlo resuelto y mientras tanto esperamos que nos digan dónde y cuánto tenemos que pagar para empezar a hacerlo.”
Aún así, la experiencia de los portuarios es el mayor avance dentro del sector. En ese marco, la Fecootra mencionó su proyecto de creación de un Fondo Compensador de Jubilaciones y Pensiones de las propias empresas cooperativas, que aporten una porción de la jubilación de los trabajadores que hoy tienen que retirarse con la mínima. Una problemática puntual la expuso una cooperativa de personas trans que tienen promedio de vida de 40 años, serias enfermedades producto de la exclusión social y están faltas de cobertura.
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