El periodista y conductor Víctor Hugo Morales, respondió las afirmaciones que hizo ayer en una entrevista el ministro de Economía Luis Caputo en cuánto a los números de la inflación y le señaló que “cada punto menos de inflación es un punto más de pobreza”.

El editorial completo de Víctor Hugo Morales

Nunca hay que olvidar que cuando descubrieron las offshore de Caputo, dijo que era algo sin importancia, como tener una caja fuerte. Tenés que ser un atorrante muy de cuarta.

No se debe perder de vista que fue el líder de la fuga de la deuda, del desquicio económico que le costó al PRO perder por 20 puntos al cabo de un año, después de haber jugado durante cuatro años con la cancha inclinada y los jueces a su favor. Caputo es un bandido internacional.

Le promete a la gente una inflación de un dígito. ¿Cómo sería logrado esto que decís? A costa de una recesión espantosa. ¿Cuál es el precio? Con los jubilados habiendo perdido a esa altura un 50 por ciento

Los trabajadores con un salario de hambre. Y para que hablar de salud, educación y cultura. Son el diablo estos tipos. De verdad que son el diablo.

Enero del año pasado tuvo 5. Un dígito. Febrero, 6. Un dígito. En marzo, 6; en abril, 7; en mayo, 8; en junio, otra vez 6; en julio 6,3.

Nos hemos olvidado de esto, porque entre Milei y la mafia de Clarín y Nación y los títulos consiguieron hacer creer que la inflación del año pasado era la de 25 puntos, que instaló este inútil que ellos pusieron en el gobierno.

“Para volver a un dígito están destrozando al país”

Insisto, en enero, 5; en febrero, 6; en marzo, 6; en abril, 7; en mayo, 8; en junio, otra vez 6. Pero los jubilados no perdían con esa inflación, ni los trabajadores habían caído al abismo de hoy. Funcionaba un país que salía de la pandemia con dificultades, pero muy por encima de lo que se vive ahora. Y teníamos un dígito y había país.

Para volver a un digito están destrozando al pais. Así van a conseguir un digito, a fuerza de que nadie pueda comprar nada. El precio es un país.

Fue en las PASO que los mercaderes de alimentos y las tarifas de los TELCOS subieron la inflación a 12, pero bajo en octubre a 8. Octubre que es ayer, otra vez un dígito, ¿de qué hablan? Destruir un país para tener un dígito, si ya teníamos un dígito y estábamos mal.

Una sociedad en escombros, una clase media aterrorizada, pobreza del 60 por ciento. Es un retorno al 2003. Ya pasamos los 57 puntos de pobreza.

Cada punto menos de inflación es un punto más de pobreza. 3.600.000 nuevos pobres en 60 días para bajar a 20, póngale. Para bajar a 12, otro millón de pobres por cada punto.

Casi que es fácil prometer. Hambreás al país y tenés la llegada a un dígito. Ya tuvimos un dígito. Ya teníamos un dígito. No nos olvidemos.

La gente cree que venimos de 25 en enero del año pasado. 30, 25 o 40. No. Cinco, seis, siete. De nuevo seis.

En las PASO pegaron un salto en el mercado. Los Arcor, los Molinos Río de la Plata, las TELCOS, para que hubiese un sacudón en la inflación y esto perjudicara al gobierno de entonces.

Claro que cuando la inflación subía de cinco a seis, la mafia de Clarin hacía un escándalo de tapas y zócalos, ¿se acuerdan? Ahora, cuando baja de 25 a 20, bandidos como son, invitan al festejo.

Y con la promesa de un dígito, más descarados que Caputo, mencionan la luz al final del túnel.

El pueblo está corriendo viento en contra con una vela en la mano, y los ganadores del sistema escriben dígitos en el aire.