Tras dos reuniones en las que decidió pegar el faltazo, el ahora exministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro se presentó en la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, en la cual los legisladores investigan el mal desempeño de los cuatro miembros de la Corte Suprema. A D’Alessandro se le consultó por su relación personal con Silvio Robles, mano derecha del presidente del máximo tribunal -y autodesignado presidente de Consejo de la Magistratura- que quedó plasmada en conversaciones que dieron vuelta internet, a lo que el dirigente del PRO se amparó en el artículo 18 de la Constitución Nacional, aquel que reza que nadie puede declarar contra sí mismo, ya que argumentó que aún hay causas abiertas en su contra.

Luego se le consultó por el viaje de Lawfare, a Lago Escondido, que destapó Página/12. D’Alessandro insistió en repetir la dos palabras para evitar responder. Y cuando se le preguntó si había asistido a un cumpleaños en el hotel Four Season, acompañado justamente por el lobbista elegido por Rosatti en el máximo tribunal, encuentro que también retrató este diario. “Me amparo en el artículo 18”, volvió a insistir D’Alessandro. Ni aún cuando el jefe de bloque oficialista, Germán Martínez, le acercó una foto de Robles para saber si lo identificaba y de dónde lo conocía, D’Alessandro insistió en su postura de no responder.

Lo que sí comentó sobre el chat de los “Huemules”, entre los que figuraban jueces, políticos y directivos de un gran grupo de multimedios, D’Alessandro enfatizó que “lo que se vio no es una filtración, es una operación de inteligencia. Hay gente detenida que ha confesado el hecho”.